Lo importante en el primer partido de liga era ganar y el Ciudad de Logroño lo consiguió. Nadie se acordará si el equipo riojano jugó … bien o mal. Lo que cuentan son los dos puntos sumados. Va a ser una temporada larga y dura con una plantilla corta y muy joven, y cada punto es un tesoro. Este sábado se empezó con sonrisa.

Y lo cierto es que no salió bien al partido el Ciudad de Logroño. Primeros minutos ante su público y demasiadas imprecisiones, ni se atacaba con claridad y, sobre todo, no se defendía con contundencia en el centro del 6-0, lo que aprovecharon Gorostidi y Falcón para acribillar a Ledo. El portero gallego se desesperaba ante la ineficacia de su defensa. Tampoco ayudaron las dos rápidas exclusiones –Preciado y Galán– con las que fue sancionado el equipo franjivino.

A pesar de todo, el Ciudad de Logroño se mantenía en partido gracias a las acciones individuales y a la conexión de Álvaro Martínez en los seis metros. Corrió bien por detrás de la defensa el zurdo y encontró balones para transformar en gol.

Como viene siendo habitual en la forma de Miguel Ángel Velasco de repartir los minutos, al cuarto de hora de partido aparecieron en escena Miguel Martínez y Zarzuela en ataque, y Popovic entró minutos después al duelo.

Velasco sacó también a Cancio bajo palos y el portero respondió a la confianza deteniendo el primer lanzamiento. Preciado marcaba a continuación y ponía el partido 10-11. Este cambió fue determinante para la suerte del encuentro.

Pero la cita de ayer era una montaña rusa de emociones y juego, y cada balón perdido significaba un gol a la contra de los visitantes. Velasco paró el partido en el minuto 20 con tres tantos de desventaja (10-13).

Ajustó espacios y multiplicó piernas y brazos la defensa riojana, lo que le permitió correr al contragolpe. Y ahí el Ciudad de Logroño es letal. Empate a 14 goles a cinco minutos para el descanso.

Y como las alegrías no duran mucho, exclusión de Pergel y tiempo muerto de Guadalajara para planificar el ataque. Aunque la situación era difícil, algo había cambiado en el equipo de Velasco que ya era más reconocible que al inicio del choque. Una parada de Cancio y una contra de Preciado terminó con roja directa a Dorado por detener de malas maneras al capitán franjivino. Pergel ponía a los locales por delante por primera vez en el partido. Miguel Martínez robó en la última acción de la primera parte para que Lombardi marcarse al contragolpe y cerrara la primera parte 18-16.

Otra cara tras el descanso

El equipo que salió tras el descanso no fue el mismo Ciudad de Logroño que empezó el partido dubitativo y errático. Los riojanos firmaron un buen arranque logrando tres tantos de renta que fueron administrando bien. Cancio apareció bajo palos y cambió la decoración en el Palacio. Su puesta en escena fue una doble parada, penalti y rechace, a Chiuffa.

Guadalajara tensó el partido y empató a 24 goles. Durante unos cuantos minutos los dos equipos fueron anotando alternativamente, hasta que los riojanos volvieron a sumar una renta de dos goles y Juan Carlos Requena paró el encuentro a diez minutos para el final (29-27).

Jugó entonces el Ciudad de Logroño un balonmano control con mucha inteligencia: ataques largos y movimiento de balón hasta encontrar la mejor opción, bien liderados por Preciado. El capitán demostró en los minutos de la verdad galones en una temporada en la que Miguel Ángel Velasco necesita que dé un paso adelante.

A pesar de esto, demostró carácter el equipo de Guadalajara que no se quiso desenganchar del duelo y apuró sus opciones hasta el final. Una parada de Marcos Cancio a tiro de Jodar acabó con las pocas opciones visitantes. Tocaba celebrar el primer triunfo de la temporada.

Buenas noticias para el Ciudad de Logroño que arranca con el mejor resultado posible en un partido disputado de menos a más. Estrenos como el de Galán o Álvaro Martínez o el Lombardi de la primera mitad fueron una sorpresa agradable para el público. Especial importancia tuvo el papel de Cancio, que con su aportación cambió el signo del encuentro.