Después de que el pasado miércoles las autoridades de Polonia dieran la orden de derribar varios drones rusos que habían entrado en su espacio aéreo, que lo es también de la Unión Europea y de la OTAN, en «una violación sin precedentes» hasta ahora, el comandante de las Fuerzas de Drones de Ucrania, Robert Brovdi, alias Madyar, ha ofrecido a Polonia ayuda para entrenar a las tropas polacas en el derribo de los enormes drones rusos de fabricación iraní Shahed 136 que entraron en Polonia.
Brovdi animó a las autoridades polacas a aceptar la ayuda afirmando que «los especialistas, pilotos y operadores de drones ucranianos estarían encantados de compartir con Polonia su experiencia en primera línea», especialmente en la lucha contra los drones Shahed de diseño iraní que Rusia ha estado lanzando por centenares.
«Estamos más involucrados en este tema que nadie debido a nuestra participación diaria. Aunque aún no somos perfectos, porque no ha habido tiempo suficiente. Hace solo seis meses, muchos expertos tanto en Europa como en Ucrania se reían ante la perspectiva de 500 Shaheds al día», aseguró Brovdi al medio ucraniano Ukrinform.
El ofrecimiento del jefe de drones de Ucrania, que fue confirmado por el presidente del país, Volodimir Zelenski, se produjo un día después de que el primer ministro polaco, Donald Tusk, revelara que fueron al menos 19 los drones rusos que violaron el espacio aéreo polaco durante la noche del 10 de septiembre, la mayoría de ellos procedentes de Bielorrusia. Las autoridades polacas afirmaron que cuatro fueron derribados, y el Ministerio del Interior confirmó que también se habían encontrado restos de un misil no identificado.
Un dron iraní Shahed 136, los que utiliza Rusia no llevan rótulo alguno
Polonia asegura que tiene pruebas de que los ataques con drones de Rusia son totalmente intencionados y afirma también que fueron preparados con meses de antelación.
Enormes drones kamikaze
Los Shahed 136 son drones kamikaze –o de munición merodeadora- diseñados y fabricados por la empresa Shahed Aviation Industries Research Center. Estos drones, que fueron presentados en 2021 y entraron en servicio en 2022, están ideados para atacar en oleadas de no menos de cinco aparatos desde una plataforma de lanzamiento.
Estos drones carecen de cámara y por ello no pueden ser dirigidos a distancia. En su lugar utilizan navegación global (GNSS) o posicionamiento global (GPS) por satélite. La pega es que las señales de navegación por satélite pueden ser interferidas. Disponen de un sistema de guía inercial de reserva para mantener el rumbo lo que les permite atacar objetivos situados en una coordenadas geográficas específicas, al menos hasta que puedan captar la señal del satélite.
Un camión iraní cargado de drones Shahed
Aunque carecen de transmisor, los Shahed 136 pueden recibir órdenes y puntos de ruta actualizados y atacar un objetivo recién localizado. Se pueden utilizar con drones de reconocimiento o de combate, siendo capaces de alcanzar blancos en movimiento.
De estos drones iraníes hay tres modelos en las fuerzas armadas de Irán: vehículo antipersonal y blindado, anti-fortificación y buscador de radar. El Ejército estadounidense asegura que el diseño del Shahed 136 también admite una opción de reconocimiento aéreo.
Cuánto cuesta cada Shahed 136
Esos drones Shahed 136 nada tienen que ver con los drones más básicos de 500 euros que utiliza Ucrania para golpear con explosivos al enemigo. Se trata de enormes aparatos de fabricación iraní cuyo precio ‘oficial’ se desconoce y hay numerosas versiones sobre su valor. The New York Times afirma que esos drones le cuestan a Rusia unos 20.000 dólares cada uno, aunque ese precio sería una ganga si tenemos en cuenta que un grupo de piratas informáticos asegura que robó datos al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC) y pudo comprobar que las cifras que maneja el Gobierno de Irán son muy diferentes, ya que cifrarían cada dron en unos 50.000 euros.
Un dron ruso Shahed en pleno vuelo, con sus 3,30 metros de largo y 2,5 de ancho
Estos drones de 3,35 metros de largo y 2,5 de ancho llevarían 15 meses operando al servicio de Rusia en Ucrania y, según estos piratas, Rusia pretendía producir 6.000 drones iraníes bajo licencia en instalaciones propias en terreno ruso en un plazo de 2 años y medio.
Otra versión, esta vez aportada por el medio ucraniano Militinaryi, que cita a la web iraní Iran Cyber News, asegura que Irán pidió inicialmente a Rusia 375.000 dólares por cada Shahed, que quedaron en 193.000 dólares por dron para 6.000 unidades tras negociar o 290.000 dólares por cada 2.000 drones. De ser así, el valor total del contrato de producción, incluida la transferencia de tecnologías, equipos y software, ascendería a 1.750 millones de dólares.
Otras versiones hablan de un precio inicial de 165.500 dólares por dron, que se verían reducidos a solo «48.800 dólares cada uno» cuando se alcanzase un determinado volumen de producción. Sin embargo, distintos analistas de material de Defensa coinciden en que 50.000 euros por dron sería un precio bastante ajustado a lo que son estos aparatos y la tecnología que utilizan. Lo que sí se sabe con certeza, al menos según el mismo medio, es que Rusia transfirió más de 2.000 kilos de oro a Irán como parte de los acuerdos por sus drones.
WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky