Redacción
La resonancia magnética plantea un cambio en el manejo del cáncer de vejiga en pacientes con neoplasia vesical, según el estudio Aplicaciones clínicas de la resonancia magnética de vejiga: más allá de la clasificación Virads, que investigadores de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram) han publicado en la revista Radiología.

«La radiología juega un papel muy importante en esta patología, no solo en el diagnóstico, sino en la estadificación, ya que la RM de vejiga está llamada a marcar un antes y un después en el manejo del cáncer vesical, mejorando la precisión diagnóstica, optimizando la toma de decisiones terapéuticas y reduciendo procedimientos invasivos”, explica el Dr. López-Maseda, principal autor del estudio.

Este nuevo método ha recibido el respaldo por parte de científicos y de sociedades científicas en Europa, como la de uro-radiología. Pero, los métodos más usados hasta ahora, como la ecografía o la tomografía computarizada (TC) siguen teniendo relevancia.

La radiología juega un papel relevante en esta patología, y las resonancias magnéticas como nuevo método ha recibido mucho respaldo por parte de científicos y de sociedades científicas

La ecografía es «el método diagnóstico habitual inicial en casos que debutan con hematuria, ya que la evaluación inicial consiste en ecografía nefrourológica para tratar de buscar posibles causas de la hematuria«, explica el Dr. López-Maseda.

Sin embargo, la tomografía computarizada «suele ser el método de detección cuando la clínica urológica difiere de la hematuria macroscópica (dolor, hematuria microscópica, sospecha de litiasis…), y tiene la particularidad de que permite evaluar tanto la vía urinaria superior, como las cadenas ganglionares retroperitoneales y es una fuente importante de diagnósticos incidentales de neoplasias vesicales, dada su elevada solicitud por múltiples motivos«, añade el Dr. López-Maseda.

A su vez, una variable importante que recalca el autor principal del artículo es el factor de probabilidad de invasión de la capa muscular porque «actualmente los pacientes con lesiones superficiales son manejados con resección local (RTU) y, en ocasiones, con terapia intravesical; mientras que los pacientes con tumores vesicales musculoinvasivos son sometidos generalmente a quimioterapia neoadyuvante y posterior cistectomía«. 

La evaluación probabilidad de invasión de la capa muscular se realiza mediante resonancia magnética de vejiga y se recoge en la clasificación Virads

La evaluación de la probabilidad de invasión de la capa muscular se realiza mediante RM de vejiga y se recoge en la clasificación Virads, que gradúa en función del comportamiento de cada lesión en secuencias T2, difusión (DWI) y post contraste precoz (DCE precoz), la probabilidad de invasión de la capa muscular. Para ello, se debe disponer de equipos de RM que cuenten con unos requerimientos técnicos mínimos y una preparación mínima previa del paciente.

“En muchos casos las lesiones musculoinvasivas no son diagnosticadas como tal inicialmente (por el muestreo insuficiente tras biopsia transuretral o por no haber tomado la muestra del lugar de mayor sospecha de invasión), lo que condiciona un importante retraso en el diagnóstico y en ocasiones el infratratamiento. De hecho, hoy en día el diagnóstico de lesiones vesicales musculo-infiltrantes o no músculo-infiltrantes se realiza todavía mediante RTU”, explica el Dr. López-Maseda.

“Por otro lado, muchos pacientes con lesiones vesicales son sometidos a varias biopsias (reRTU) con la intención de estadificar bien los cánceres de vejiga previo a decidir los tratamientos. Hemos de recordar que las RTU, pese a ser procedimientos con una buena tolerancia, no están exentas de morbilidad», explica el Dr. López-Maseda. Por ello, se prevé que las resonancias magnéticas ayuden al diagnóstico inicial, focalizándose en las zonas concretas de infiltración muscular en los pacientes sin antecedente de biopsia.

«La resonancia magnética de vejiga podría ayudar en el diagnóstico inicial, pudiendo dirigir la zona más sospechosa de infiltración muscular en los pacientes sin antecedente de biopsia»

A su vez, según explica el doctor, las resonancias magnéticas de vejiga podrían permitir «evaluar la terapia neoadyuvante en tumores musculoinvasivos«. Con el fin de medir si las lesiones tratadas con terapia neoadyuvantes presentan o no componentes musculoinvasivos, se creó la clasificación Nac-Virads.

«Si se confirma la utilidad de esta escala, podríamos desescalar el tratamiento post-neoadyuvancia a terapia local intravesical en pacientes respondedores o incluso permitiendo la vigilancia activa (evitando cistectomías). Por el contrario, en pacientes con mala respuesta a la terapia neoadyuvante tras los primeros ciclos, podríamos plantear un cambio de línea o un cese del tratamiento, evitando efectos secundarios y toxicidad y favoreciendo un tratamiento más adecuado”, concluye el Dr. López-Maseda.