Sin Carlos Alcaraz, rey de Nueva York y de nuevo nº 1 mundial, y Alejandro Davidovich, Holger Rune se convirtió en el indiscutible hombre fuerte de la eliminatoria entre España y Dinamarca, en el Club Puente Romano de Marbella, sobre tierra batida. En juego, una plaza en la Final a 8 de Bolonia, donde espera la anfitriona y vigente campeona de la Copa Davis, Italia.
Y Rune, 22 años y nº 11 mundial, empezó a ejercer de pesadilla de la selección española, capitaneada por un David Ferrer que continúa teniendo que hacer juegos malabares para solventar las ausencias de última hora, entre las que se incluye la del lesionado Marcel Granollers, vigente campeón del US Open en dobles.
Son tres puntos los que dan la clasificación, después de cinco partidos al mejor de tres sets. Para el sábado, dos individuales. Ferrer apostó por la veteranía de Pablo Carreño, 34 años y nº 127, como posible antídoto de Rune, pero la lucha del asturiano no resultó suficiente ante la magia del escandinavo, irregular en muchas fases del partido, pero letal en sus rachas de máximo esplendor.
Rune puso el 0-1 en el marcador batiendo a Carreño por 7-5 y 6-3, antes de dar paso al segundo individual del día, entre Jaume Munar y Elmer Moller. El domingo, a pista desde las 11:30 horas, con el dobles. Están anunciados Munar y Pedro Martínez, pero puede haber variaciones estratégicas, también en el visitante, que en el sorteo alineó a August Holmgren y Johannes Ingildsen.
El palmarés de partida era de 3-1 Carreño, pero el antecedente más reciente ya era favorable a Rune, con un 6-1 y 6-3 en Canadá 2024. Su primer duelo en tierra llegó con el gijonés de vuelta después de una larga ausencia por una grave lesión de codo, que le dejó fuera de aquellos tiempos de top-10, y un Rune inconstante pero en plenitud. Con rachas de aplastamiento.
Lee también
Con un parcial de 0-5 solucionó el primer set, 5-7, y se adelantó 0-3 en el segundo. Con mucho riesgo, subiendo a la red, pegando duro enseguida. No quería batalla de fondo, más favorable a Carreño, que lo dio todo. Fue capaz de igualar (3-3) en la segunda manga, pero a la desesperada. Siempre en manos de la velocidad que impusiera un Rune superior. Como era previsible.
Octavo triunfo de Rune en once individuales en Copa Davis. Buscando que Dinamarca iguale su mejor resultado en esta competición, los cuartos de 1988. España, seis veces campeona, contaba con la opción de empezar por abajo, 0-1. Carreño sufrió su sétpima derrota en ‘singles’ del torneo, de once disputados.