“No”, fue la cortante y escueta respuesta que dio Holger Rune cuando, en el turno de preguntas en inglés de su rueda de prensa, se le preguntó sobre si el comportamiento de la afición había tenido algún efecto durante su partido ante Pedro Martínez, de quien reconoció que estuvo “mejor”. El danés, que tenía la oportunidad de darle a su país la que hubiese sido la primera clasificación a los cuartos de final de la Copa Davis desde 1988, sucumbió ante el español en tres épicos sets de un partido en el que se la tuvo en numerosas ocasiones con la grada.

Sin ir más lejos, a los cuatro minutos de partido, después de ganar un punto, Rune miró a la grada de forma desafiante y se llevó el dedo a la oreja, porque previamente se habían vitoreado sus fallos con el primer saque. David Ferrer aseguró más tarde que en uno de esos enganchones el danés le había dedicado un ‘fuck off’ (que os jodan) a la grada de Puente Romano, en Marbella, que apretó de lo lindo durante el partido. En el segundo set, Rune lanzó dos pelotas fuera del complejo marbellí, y durante todo el encuentro recibió la presión del público, algo de lo que se explayó más durante sus respuestas en danés.

«Creo que hay una pequeña diferencia entre el público danés y el español. En Dinamarca es distinto. Había un gran ambiente para ellos, pero en España noto menos respeto. Así que sí, hay una diferencia. Pero de todas formas el ambiente fue bueno. En mi opinión, el mejor lugar, donde el ambiente es más justo, es en Barcelona, donde juego. En otros sitios de España a veces el público es un poco ruidoso y no tan respetuoso, pero es parte del juego. Ya lo he experimentado antes. Y creo que es divertido jugar en una atmósfera intensa. Por supuesto, mientras no pasen el límite. Hubo algunas cosas que no fueron muy correctas, pero nada que decidiera el partido», explicó el 11º del ranking ATP.

Rune también cargó contra el juez de silla del encuentro, al que no le dio la mano tras la finalización del mismo porque un par de juegos antes cantó un doble bote que nunca existió. “Todavía no he revisado los videos, pero estoy bastante seguro. No he pensado mucho en ese punto, pero sí, me quedé bastante frustrado. Fue un partido loco. Algunas cosas más pasaron, pero bueno, eso puede suceder. La semana pasada en el US Open tuvimos la posibilidad de usar revisiones en video para ver si el árbitro había cometido un error o no”, comentó el danés antes de justificar su no saludo al juez de silla. “Sí, es que no se lo merecía. Eso pienso yo. Fue bastante evidente, demasiados errores. No fue un buen trabajo, en mi opinión. Así que sí, no se lo merecía”.

Por último, Holger habló sobre las molestias que sufrió durante el tercer set. “Sentí bastante la cadera. No he entrenado mucho la última semana. He estado haciendo más preparación física y menos tenis. Así que se sintió más en el cuerpo, pequeñas molestias y todo eso. Ahora me tomaré unos días con calma y volveré a prepararme físicamente”, explicó el nórdico, que reaparecerá la próxima semana en la Laver Cup de San Francisco, donde formará parte del equipo europeo junto con, entre otros, Carlos Alcaraz.

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