Podría darse por bueno el último ensayo general del equipo europeo para la Ryder Cup que acogerá Bethpage Black (Nueva York, EE UU) del 26 al 28 de este mes. Los muchachos de Luke Donald se ejercitaron juntos en el cuartel general del circuito europeo, en Wentworth (Inglaterra), con el Campeonato Europeo de la PGA como excusa. Todos menos el austriaco Straka. 9 de 11 pasaron el corte, con el escocés Bobby MacIntyre (-3) y el danés Rasmus Hojgaard (+5), el único caso algo preocupante que deja la semana, como excepciones. Seis acabaron en el top-25, entre ellos Jon Rahm, que se arrimó al top-10 en una última jornada brillante, 66 golpes (-6 para -13). La victoria fue para el sueco Noren.

Rahm llegará a las cercanías de la Gran Manzana en un momento extrañamente dulce. Al fin y al cabo no ha ganado ningún torneo en lo que va de año, pero se ha acabado llevando la clasificación anual del LIV por segundo año consecutivo y también el ‘premio gordo’ por equipos. Ha sido top-5 en los cuatro últimos torneos individuales de la superliga saudí, incluidos dos segundos puestos, y ha jugado los últimos tres días en Wentworth por debajo de 70 golpes. La sensación es que llega en forma a una cita en la que se espera de él que vuelva ser un puntal deportivo y anímica para la tropa del Viejo Continente.

Este domingo no fue precisamente un reloj suizo de tee a green. Fue un 66 más bien accidentado. Hizo cuatro birdies del 1 al 6 sin coger una calle, sacando rédito a su prodigioso juego corto y metiendo putts. Sumó otros dos en el 11 y el 12 y de repente le quedaban seis hoyos por delante a tres golpes de la cabeza. La posibilidad de ser líder en casa club era real en un recorrido que cierra con dos pares 5, el último alcanzable de dos. Un bogey al 14 rebajó la espuma sin embargo, y solo pudo rascar de nuevo en el 17.

Su ejercicio en los cuatro días, que le dejó “muy contento”, fue uno de los mejores de los europeos, solo superado por los de Matt Fitzpatrick, que enriqueció los argumentos a favor de su criticada elección por parte de Donald con un -5 para -15 y el top-5, Hatton (-2 para -15) y Hovland (-3 para -15). McIlroy también mandó un mensaje con su -7 para -12 en una jornada con dos eagles. Estuvieron más discretos Aberg, tras su espectacular arranque el jueves con un 64 (-2 para -12), Lowry (-1 para -8), Fleetwood (-5 para -18) y Justin Rose (+1 para -6). La ironía fue que el triunfo se lo llevara finalmente, tras un hoyo de playoff, Alex Noren, el último de los vicecapitanes en ser nombrados por Donald, que tuvo sus opciones de ser elegido para jugar y ya es el sueco con más victorias en la historia del DP World Tour.

Al otro lado del mundo, en la capital del vino estadounidense, Napa (California), se desarrolla la ‘concentración’ estadounidense para la biena, que no deja noticias muy halagüeñas para los intereses comunitarios. Lidera un integrante del equipo ‘yanqui, Ben Griffin, y están en la zona alta de la tabla Scheffler, Henley y Spaun. Los diez estadounidenses presentes, todos menos DeChambeau (que no puede jugar en el PGA desde su marcha al LIV) y Schauffele (que ha sido padre recientemente), pasaron el corte y solo cabe esperar una empresa harto complicada para Europa, que el lunes viajará en vuelo chárter a Nueva York para ir adaptándose al jet lag en su intento de ganar la primera Ryder fuera de casa desde el ‘milagro de Medinah’ en 2012.

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