Lunes, 15 de septiembre 2025, 00:12

El tenis es un deporte en creciente popularidad, presencia mediática y también social a nivel internacional. Según el barómetro de hábitos deportivos efectuado por una conocida consultoría, el último año ha sido la segunda disciplina con mayor seguimiento y notoriedad (llegando hasta a un 45% de la población) en nuestro país, solo por detrás del fútbol. Unos números que no se hacen extraños ya que España ha sido siempre una auténtica potencia mundial en el tenis, tanto en el circuito masculino como en el femenino, y ha convertido en leyenda a nombres como Manolo Santana, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero, Rafa Nadal, Conchita Martínez, Arancha Sánchez-Vicario o Garbiñe Muguruza.

En la actualidad, el presente y el futuro tienen nombre propio: Carlos Alcaraz (El Palmar, 22 años). Acaba de ganar en Nueva York su sexto Grand Slam, con el que vuelve a ocupar la cima del mundo y eleva a la Región de Murcia a lo más alto. Ahora mismo es el deportista más mediático del planeta, pero no es el único de su tierra que logra éxitos con la raqueta. En un contexto mucho más modesto, Alba Rey (Águilas, 23 años) también fue campeona el pasado fin de semana, ya que conquistó el segundo trofeo de su palmarés, el IFT de Denia. Se trataba de un W15, los torneos de entrada al tenis profesional que muchas jóvenes utilizan para arrancar sus carreras, ganar experiencia y sumar puntos para subir en el ranking WTA (Women’s Tennis Association). Algunas tenistas también participan en ellos cuando vuelven de graves lesiones, como un medidor de rodaje.

En Denia, la aguileña fue la única española que superó los cuartos de final y después apeó del evento a una de las favoritas en semifinales, la alemana Joelle Lilly Sophie Steur. En la final le esperaba la segunda cabeza de serie del torneo, la italiana Verena Meliss, y también una lucha interna consigo misma. Esta temporada, Rey había sido finalista en el W15 de Heraclión (Grecia) y en el de Monzón (Huesca), pero no había conseguido levantar el trofeo en ninguna de las dos ocasiones. Hasta el pasado fin de semana, cuando se desquitó venciendo en la final por 6-2 y 7-5. «Era mi tercera oportunidad. He trabajado muy duro este año, he alcanzado finales, pero siempre me quedaba con la espina clavada por no conseguir llevarme el título a casa. En Denia supe poner el broche final a un gran torneo y eso me hace estar ahora muy feliz y más motivada que nunca. Además, me ha permitido escalar hasta mi mejor ranking WTA, en la posición 570», afirma la aguileña a LA VERDAD.

«Este ha sido el primer año en el que no he dejado de competir en ningún momento por las lesiones», asegura

Desde hace algunos años, Alba Rey está considerada como una gran promesa del tenis nacional gracias a su talento y también a su mentalidad. «Si presencias un partido mío, enseguida te das cuenta de cómo es mi juego. No pego muy potente a la bola, pero tengo muchos recursos, varío mucho la altura y cambio bastante de ritmo. A veces tiro de instinto de supervivencia porque creo que leo bastante bien los partidos y soy capaz de darle la vuelta a los momentos complicados. Me considero también fuerte mentalmente, de hecho estoy acostumbrada a viajar sola a los torneos. Durante el curso entreno con Juancho Marín y Víctor Salinas me lleva la preparación física», cuenta de ella misma.

Como jugadora del Murcia Club de Tenis, empezó a despuntar en 2018, con apenas 15 años, cuando consiguió su primer título internacional ITF Júnior en Las Palmas de Gran Canaria sin ceder ni un solo set. Después, ese mismo verano, se colgó la medalla de bronce con la selección española sub-16 en la Summer Cup de su categoría.

La tenista aguileña debutó en el circuito profesional en 2020, con 17 años. En ese 2020 disputó su primera final en el W15 de Mallorca. No pudo ganar ese torneo, pero le sirvió para empezar a dar muestras de todo ese potencial que se le presuponía desde que estaba en categorías inferiores. Pero querer formar parte de la élite también lleva de la mano convivir con la parte más amarga del deporte, las lesiones. Alba Rey ya sabe lo que es sufrir dos graves.

Resilencia para salir del pozo

En 2022, cuando mejor se encontraba, empezaron las molestias en su rodilla. Primero inició un tratamiento conservador y después terminó pasando por el quirófano para tratarle el menisco, decisión que la apartó de las pistas más tiempo del esperado. «No es fácil volver después de una lesión porque te sientes falta de confianza, pero con paciencia y mucho trabajo físico y mental se logra hacerlo. En ese tiempo parada incidí, sobre todo, en la parcela de la visualización de partidos, que era algo a lo que me enfrentaría después».

Su tenacidad y esfuerzo dieron sus frutos ya que meses después reapareció ganando su primer torneo dentro del circuito profesional, el ITF W15 de Valencia. Y lo hizo, como en categoría júnior, sin perder ni un solo set. Parecía que veía la luz al final del oscuro túnel de las lesiones, hasta que llegó la rotura del ligamento cruzado anterior de esa misma maldita rodilla.

Para una deportista joven no es fácil de asimilar tener dos lesiones tan graves de forma casi consecutiva que frenen tu carrera. Cuando eso sucede, deben buscar vías de escape. Alba Rey lo encontró en los estudios y en su Grado de Farmacia (en el que está ahora en quinto curso). «Cuando sales de dos operaciones y vuelves a sentirte jugador, solo piensas en sumar partidos. No importa tanto el resultado, la clave es volver a coger ritmo y, sobre todo, recuperar la confianza en uno mismo y en su juego», explica.

Por todo eso, el título logrado en Denia el pasado fin de semana ha sido tan especial para ella: ·«Este ha sido el primer año en el que no he dejado de competir en ningún momento por las lesiones. Valoro muchísimo la continuidad que he tenido, que era mi objetivo principal tras las últimas temporadas. Mi tenis sigue siendo variado y he mejorado, sobre todo, a nivel físico porque he incrementado mi fuerza, mi resistencia y la movilidad. Creo que he crecido a nivel mental también».

Alba Rey y Carlos Alcaraz solo se llevan un año y ambos llevan el nombre de la Región de Murcia por el mundo, cada a uno su nivel. Él es uno de los deportistas más reconocidos y populares a nivel internacional y ella nota que sus adversarias saben de qué zona de España viene gracias a su compañero: «Carlos ha hecho mucho por el tenis y por llevar el nombre de nuestra tierra por todas las pistas. Ahora cuando me preguntan de dónde soy, las extranjeras lo conocen y lo relacionan con él».

La aguileña sueña con parecerse, sobre todo mentalmente, a Aryna Sabalenka, la jugadora más completa que hay en el circuito en la actualidad: «Me encantaría enfrentarme a ella en un gran escenario de Grand Slam, a poder ser en Roland Garros». A corto plazo tiene un torneo internacional en Madrid y un W100 en Lisboa dentro de dos semanas.

  1. Cae en semifinales del W15 de Madrid contra la china Shiyu Ye

El mejor ejemplo del buen momento de juego que atraviesa la aguileña Alba Rey en estos momentos de la temporada es que esta semana ha vuelto a colarse en una semifinal, en este caso la del W15 de Madrid que se ha disputado sobre superficie dura.

La murciana fue dejando en la cuneta a todas sus rivales (Bredberg, García Cid y Gallardo), hasta que perdió contra la china Shiyu Ye, de 18 años, en las semifinales (7-5 y 6-2). La asitática rompía así una racha de ocho victorias consecutivas de Alba Rey en un mes de septiembre muy positivo para ella. Shiyu Ye acabó levantando el título en Madrid tras vencer en la final a la estadounidense Shannon Lam (7-6 y 6-1).

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