Max Holloway sigue siendo, al menos de forma oficial, el ‘chico más malo’ de la UFC. El hawaiano retuvo su cinturón del BMF en el combate estelar del UFC 318 el pasado sábado ante Dustin Poirier, quien fue el gran protagonista de la velada. ‘El Diamante’, leyenda de la promotora, anunció meses atrás que pondría punto final a su carrera profesional tras el pleito en Nueva Orleans, Louisiana, estado en el que nació y se crió. Dana White preparó un Pay Per View hecho a medida para él, y no decepcionó: tuvimos violencia de inicio a fin, un homenaje perfecto a lo que ha sido Dustin durante sus 32 peleas en UFC.

Holloway y Poirier, dos de los favoritos del público en la última década, nos brindaron un combate de época. Dejaron todo sobre la lona a lo largo de los cinco asaltos y, pese a la victoria de ‘Blessed’ por decisión unánime en las cartulinas, Dustin demostró por qué será recordado como uno de los hombres más entretenidos que hayan pisado el octágono.

Max consigue así volver a la senda del triunfo tras el KO recibido a manos de Ilia Topuria en octubre, en Abu Dabi, una noche en la que, precisamente, no estaba en juego el cinturón del BMF, pero sí el del peso pluma, ostentado en aquel entonces por el hispanogeorgiano.

Ilia provoca y Max responde

‘El Matador’, quien desde aquel UFC 308 se autoproclama como el verdadero ‘Baddest Mother Fucker’ de la promotora por haber vencido al actual campeón, se acordó de Holloway tras su triunfo en Nueva Orleans. «Todavía es mío«, escribió en ‘X’, adjuntando una foto del cinturón que tiene en casa y con el que posa en muchas entrevistas.

Esa imagen, como era de esperarse, llegó a los ojos del hawaiano, quien criticó la actitud chulesca de Topuria al ser preguntado por el asunto: “Simplemente no tiene sentido lo que está haciendo, caminando con eso, ¿sabes?”, dijo Holloway. “¿Viste a Islam caminando con un cinturón de campeón [del peso pluma] después de vencer a [Alexander Volkanovski] dos veces? ¿Sabes a lo que me refiero?”, afirmó. “Es lo que es, el cinturón [BMF] no estaba en juego,” agregó. “Supéralo, hermano. O sea, ¿por qué gastas dinero en un maldito cinturón? Eso me parece una locura. Sé que ahora eres rico, pero vamos. Eso es solo un desperdicio de dinero.»

Max consiguió este título honorífico tras un legendario KO a Gaethje en el último segundo del UFC 300. Incluso Jack Della Maddalena, actual campeón del peso wélter, respondió al tuit de Topuria con cierta gracia: “Este chico pequeño está algo confundido. En realidad, es mío,” dijo el australiano. ¿Por qué? Por una cadena lineal de resultados desde que se inauguró este cinturón simbólico: Jorge Masvidal fue el monarca original del BMF. Más tarde fue derrotado por Kamaru Usman, quien a su vez cayó ante Leon Edwards. Este perdió con Belal Muhammad, y hace dos meses Maddalena venció a Muhammad… aunque en ninguno de estos combates el cinturón estuvo oficialmente en juego.

Max quiere una revancha

En medio de este cruce de declaraciones, crece la posibilidad de una revancha entre Holloway y Topuria. Todos sabemos cómo acabó el primer capítulo, con el hispanogeorgiano siendo el primer hombre en la historia en noquear a Max y penetrar una mandíbula que parecía indestructible. Sin embargo, eso fue en las 145 libras, y Max piensa que un combate en el peso ligero sería completamente diferente.

“Un montón de hijos de **** vienen por este cinturón BMF… ¡Venid por mí! Y tengo algo de historia con el campeón. Así que UFC, el siguiente movimiento es tuyo”, proclamó, unas palabras que apoyó el CEO de la promotora, Dana White: “Acaba de defender el título. Está en el puesto número cuatro del ránking. Todo es posible”.