Además de Jaume Munar, en el equipo español de Copa Davis que eliminó este fin de semana a Dinamarca remontando un 0-2 en contra tras los individuales del sábado, estaba otro mallorquín. Izan Almazán, de 19 años, que fue el ‘sparring’ de los jugadores durante su estancia en Marbella. «El verano pasado, junto a Rafa (Jódar) y Andrés (Santamarta) nos proclamamos campeones de Europa junior por equipos. Ellos ya habían estado en otras eliminatorias anteriores y me tocaba a mí», explicaba este lunes tras haber dormido muy poco por la gran celebración que hubo en Marbella tras el pase a la final a 8 que se disputará en Bolonia del 18 al 23 de noviembre.

Almazán (Palma, 2006) ha compartido vestuarios, comidas, traslados, confidencias y, sobre todo, mucha tensión y nervios durante la pasada semana. «Desde dentro, los dos días antes se palpa la tensión, mucho más de lo que puede parecer desde fuera», asegura. España se presentaba a la eliminatoria diezmada tras las bajas por distintos motivos de Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich y Marcelo Granollers. «Al final el equipo lo compusieron Munar, Pedro Martínez, Pablo Carreño y Roberto Carballés. Lo más habitual es que sean cinco, pero al ser cuatro los entrenamientos estaban ya emparejados, pero sí he tenido sesiones con Jaume, Pedro y Roberto, además de que he jugado bastante con Marc López y David Ferrer». En cuanto al capitán, Izan no duda en señalar que «está para jugar» dado su envidiable estado físico.


Izan Almazán, con la mano en la boca, siguiendo uno de los partidos. En primer término, el capitán, David Ferrer.

El joven palmesano, que este año sufrió una lesión en la mano al caerse en un partido que jugaba en Estados Unidos, pero que ya ha quedado olvidada, destaca el gran ambiente del equipo. «Hemos sido una familia. Hemos sido un gran grupo y ha reinado el compañerismo en todo momento. Ha habido momentos muy difíciles como la pérdida del individual de Jaume, que nadie esperábamos, pero el equipo no ha dejado de confiar en sus posibilidades».

Izan continúa explicando que «sabíamos que empezábamos ganando el dobles, cualquiera de los jugadores podía ganar a Rune. Pedro y Jaume empezaron nerviosos, pero luego mejoraron mucho y al final Jaume jugó muy bien en contraposición del sábado donde creo que le pesó la responsabilidad de ser el número 1 del equipo. Los días previos había estado entrenando muy bien, pero no le salió el partido».


Izan Almazán, en una de las sesiones preparatorias. Al fondo, Marc López.

Con la eliminatoria 1-2 tras el triunfo en el dobles, Ferrer apostó por Pedro Martínez en detrimento de Munar, al que vio «cansado». Además, consideraba que el fuerte bote de la pelota en la pista Manolo Santana de Puente Romano favorecía más al tenis del jugador valenciano, que realizó un gran partido para derrotar al número 1 danés, Holger Rune, al que ya había vencido además esta temporada en pista cubierta. Quedaba el quinto partido y Pablo Carreño no falló, logrando una remontada que nunca antes había visto el tenis español. «Me alegré un montón por todo, pero es que además Pablo, dentro de que todo el equipo se ha portado genial conmigo, me ha sorprendido por lo buena persona que es».

La alegría era total en el vestuario y el más contento y sobre todo más ‘liberado’ era Jaume Munar. «La derrota del sábado le afectó y sí, creo que haber logrado la remontada le supuso un gran alivio», asegura Izan. La celebración posterior se alargó hasta bien entrada la madrugada e Izan disfrutó de lo lindo. «Yo no me fui de los primeros», dice entre risas. Ahora, tras unos días de descanso con su familia, vuelta al trabajo y el próximo compromiso será un ITF en Zaragoza de 25.000 dólares. Quién sabe si dentro de un tiempo, sea el propio Izan Almazán el que forme parte del equipo español de Copa Davis.