Hay bandas que saben apropiarse de los ecos de otros y devolverlos con una intensidad renovada. La Mujer de Verde (LMDV) –Pedro Adrover (voz y guitarra), Rafael Alemany (guitarra), Tomeu Crespí (batería), Manolo Rodríguez ‘Beicon’ (teclado) y Julio Ballesteros (bajo)– ha perfeccionado el delicado arte de vampirizar el repertorio de algunos de los nombres más reconocibles del indie español. Izal, Viva Suecia, Supersubmarina… La lista de cuerpos ‘absorbidos’ es larga. Pero ahora, tras ese meticuloso aprendizaje, han decidido dar un salto mortal sin red: dejar de reproducir universos ajenos y construir el suyo propio. Y lo hacen con sus dos primeros singles inéditos, Hipersueño y Vacío, que funcionarán como avanzadilla de un viaje sonoro que apenas comienza.
El momento del giro, según Pedro Adrover, surgió casi como una epifanía en pleno ensayo. «Fue un bendito momento», recuerda. «De pronto nos dimos cuenta de que queríamos dejar el mundo un poquito mejor de cómo lo encontramos». Lo interesante es que este tránsito no parte de la comodidad. Si enfrentarse al público con versiones célebres aseguraba un tipo de acogida casi inmediata, ahora lo que les espera es la incertidumbre. Y, sin embargo, el vértigo parece jugar a favor. «Esa duda es estimulante», confiesa Adrover. «Creemos que estamos creando algo lo suficientemente potente como para que esa variable se haga muy pequeñita».
La banda ha optado por una estrategia quirúrgica, lanzar primero dos sencillos que actúan como piezas iniciales de un universo en expansión. Hay, en estas canciones, un mestizaje de géneros que rehuye las etiquetas fáciles: rock, electrónica e indie en dosis que respiran libertad y ambición. Pero donde la cosa se pone verdaderamente interesante es en las letras. La Mujer de Verde no ha querido jugar sobre seguro, «las canciones hablan de un viaje onírico, de un personaje que, aun con dudas, acepta ser inducido al hipersueño para abandonar su planeta y sumarse al éxodo de su humanidad». Una premisa casi de ciencia ficción que revela que el salto hacia la creación propia no será tímido, sino decididamente expansivo.
Influencias
No es casualidad que entre sus influencias aparezcan nombres como David Bowie. En el trasfondo, late un deseo de trascender lo inmediato, de escapar de los límites de la insularidad y proyectar su sonido más allá de Mallorca. La ambición, eso sí, no viene revestida de solemnidad sino de disfrute. «Llevamos juntos poco más de un año», explica Adrover, «y este salto ha sido grande. Quizás sea el impulso para algo mayor… pero, pase lo que pase, nos lo vamos a gozar».
El estreno de estos dos primeros temas será el 10 de octubre en Es Gremi, dentro de la II edición de la Gran Fiesta del Indie. Será un contexto perfecto para que La Mujer de Verde muestre por primera vez su nueva piel, acompañados por Juancar de Supersubmarina, «uno de los pilares del indie nacional», y por nombres locales como Butxe & Antartic, Clandestino y Jäglermaister. Los temas, grabados, mezclados y masterizados por M. Ángel Riutort (Mega) en los Psychosomatic Recording Studios, aspiran a «sacudir corazones» y, por qué no, a conquistar territorios sonoros que hasta ahora parecían vedados.