Catar no olvida el ataque de Israel en su territorio. El pasado martes, el ejército hebreo mató a seis miembros de la delegación negociadora de Hamás desplazada al país catarí para estudiar un alto el fuego en Gaza. El bombardeo, que recibió el reproche global —hasta de EEUU— marcó un nueva brecha entre Tel Aviv y el resto de actores internacionales.
Seis días después de un ataque que Israel sigue justificando sin la menor asunción de culpas, Catar ha reunido a decenas de países árabes e islámicos en la llamada ‘Cumbre de Doha‘, una respuesta de urgencia y de bloque a un bombardeo que dinamitó las opciones de un alto el fuego en la Franja.
No en vano, Catar reconoció plantearse abandonar sus labores de mediación por la paz, que ha venido desarrollando desde el estallido de la guerra en respuesta a los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023. Y sobre ello ha hablado este lunes el emir de Catar en presencia de la práctica totalidad de sus socios, aliados y vecinos.
Tamim bin Hamad al Thani se ha dirigido a Israel con un encendido discurso donde de inicio ha querido condenar la «flagrante, traicionera y cobarde» agresión a su país. Posteriormente, ha dejado una reflexión en forma de doble pregunta retórica para anular toda justificación del Gobierno de Netanyahu a lo ocurrido días atrás.
«Si Israel quiere asesinar a los líderes políticos de Hamás, ¿por qué negociar? Y si busca la liberación de los rehenes, ¿por qué asesinar a los negociadores?», se ha preguntado ante sus aliados regionales.
Al Thani también ha querido reflexionar sobre el posible papel de Catar —gran mediador por Gaza junto a Egipto y EEUU— de cara al futuro. «¿Por qué tendríamos que acoger en nuestro país a delegaciones de Israel si envían drones y aviones para llevar a cabo un ataque aéreo en nuestra contra?».
Delante de los líderes de Egipto, Siria, Irak, Jordania o el responsable de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, el emir de Catar no ha dudado en calificar lo que ocurre en Gaza como «una guerra devastadora que se ha convertido en un genocidio» y sobre la que su país ha hecho «cuantiosos esfuerzos para ponerle fin».