El presidente Donald Trump anunció este lunes con un post en su red social, Truth, que, siguiendo sus órdenes, “las Fuerzas Militares de Estados Unidos” habían llevado a cabo “un segundo Ataque Cinético contra cárteles del narcotráfico y narcoterroristas, identificados con seguridad y extraordinariamente violentos, en el área de responsabilidad del Comando Sur”. En la operación, añade el presidente en un mensaje lleno de mayúsculas enfáticas, murieron tres hombres, “tres terroristas varones”.
Según Trump, este ocurrió mientras “estos narcoterroristas venezolanos” se encontraban en aguas internacionales, “transportando narcóticos ilegales con destino a Estados Unidos”. Su Administración considera que “esos cárteles” representan una amenaza para “la seguridad nacional, la política exterior y los intereses vitales de Estados Unidos”.
El presidente afirma en también en ese Truth que “ningún miembro” de sus “fuerzas armadas resultó herido”. Y lanza una advertencia: cazará a quienes transportan drogas que “matan estadounidenses”. “Lo han hecho”, escribe, “durante décadas”. “Pero ya no”, sentencia el mandatario republicano.
El anuncio de Trump llega casi dos semanas después de un primer ataque militar contra una embarcación venezolana sospechosa de cargar droga. Lo poco que se sabe de aquella operación ha generado un debate sobre su legalidad. Un grupo de senadores de ambos partidos ha exigido explicaciones oficiales en una carta remitida a Trump, mientras defensores de los derechos humanos denuncian que “esta Administración está normalizando las ejecuciones extrajudiciales”. Entonces, los fallecidos fueron 11.
Aquel ataque se produjo el 2 de septiembre. Entonces, el anuncio lo hizo Trump mientras hablaba a los reporteros en la Casa Blanca. También aseguró, como ha hecho este lunes, que se había identificado con toda seguridad a los ocupantes de la embarcación como narcotraficantes de la organización Tren de Aragua. Se dirigían, dijo, a Estados Unidos. Al día siguiente añadió que se habían interceptado comunicaciones que lo confirmaban, aunque estas no se han hecho públicas.
La justificación de la Administración de Trump para llevar a cabo esos ataques es que consideran que se trata de un acto de legítima defensa contra narcotraficantes de un grupo incluido en la lista del Departamento de Estado de organizaciones terroristas extranjeras desde el pasado febrero y que ese supuesto tráfico de drogas supone “una amenaza inminente” contra Estados Unidos.
Trump considera que tiene el derecho de ordenar ataques militares ante amenazas como esas sin necesidad de pedir la aprobación del Congreso.
La denuncia de Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, considera que se trata de una excusa para invadir su país y derrocarlo mientras la Administración Trump le acusa de liderar esas redes de narcotráfico. El Gobierno venezolano sostiene que los 11 hombres que viajaban a bordo de aquella embarcación no eran narcotraficantes.
Este lunes, antes de conocerse el segundo ataque, Maduro habló de un episodio independiente, distinto de la primera operación que causó 11 muertos, y que involucró a un barco pesquero. “Eso es un bochorno (…) ¿Quién dio esa orden?, dijo el presidente venezolano, que afirmo el sábado que un destructor de la Marin abordó y retuvo durante ocho horas aun barco atunero en aguas que Caracas considera parte de su Zona Económica Exclusiva. “Lo que estaban buscando era un incidente militar. El incidente que estaban buscando para atacarnos. No hemos caído en provocaciones, ni caeremos en ellas”, añadió Maduro.
Entre tanto, Estados Unidos, han desplegado ocho buques militares y un submarino en el mar Caribe, con ese argumento de combatir el narcotráfico. El domingo, a su regreso de pasar el fin de semana jugando al golf en el campo que posee en Bedminster (Nueva Jersey), Trump respondió a la pregunta de si prevé más ataques contra Venezuela. “Veremos qué pasa. Ciertamente, no hay muchos barcos por ahí desde el primer ataque, y luego, en menor medida, del segundo”, dijo, tal vez en referencia a la operación militar dada a conocer este lunes. “Casi no vemos barcos, lo cual está bien”.
El país se halla inmerso en la peor crisis de drogas de su historia, provocada en buena medida por el tráfico de fentanilo, que ha causado centenares de miles de muertes en el país en los últimos años. Un tiempo en el que se ha llegado a marcar el récord de unas 110.000 fallecidos, tres cuartas partes de las cuales se achacan al potente opiáceo.
[Noticia de última hora. Habrá actualización en breve].