Cehegín celebró su tradicional corrida de feria por las Fiestas de la Virgen de las Maravillas. Un año donde se festeja el 300 aniversario de la llegada de la Virgen y el centenario de su coronación canónica. Una tarde con un calor sofocante y media entrada en el centenario coso taurino alcalde Pepe Navarro. Antonio Puerta se llevó cuatro trofeos, mientras que Talavante consiguió tres apéndices y Perera se fue de vacio. Un encierro de Luis Algarra, el tercero de vuelta al ruedo, y tres de la Pasmosilla, de juego desigual, aplaudidos en arrastre. Se desmonteraron Antonio Cama y Miguel A. Ramírez.

Abrió festejo Miguel Ángel Perera, que saludó al primero de la tarde sin mucho fuste, salvo la ejecución de una media que fue exquisita.

Se dobló con ayudados en el inicio de faena ante un toro de buena condición, pero muy justo de fuerzas. El espigado torero extremeño estuvo deslavazado en su faena sin acoplarse, pese a intentar estirarse, buscando constantemente el lucimiento. Con la izquierda la misma tónica. Concluyó de estocada trasera tras pinchazo y descabello para abrochar faena. Aplausos y también al toro en el arrastre.

Preciosa la pinta de su segundo, berrendo de capa y con cuajo, también de Luis Algarra y con el que Perera estuvo solo discreto con el capote. Desquitándose en un precioso quite por chicuelinas. Agarrado a las tablas, a modo de antaño, inició Perera con la muleta. El bonito toro era también muy reservón, teniendo que tirar de oficio para sacarle los muletazos. Finalmente optó por abreviar. No consiguió hundir la espada en los múltiples intentos que hizo, para descabellar al primer golpe. Palmas.

Muy vistoso Talavante con el capote en el primero de su lote, un toro con presencia y muy bien armado de pitones. En banderillas lució Ambel Posada. Hubo que esperar para que la faena de muleta despegara en una serie en redondo de mucha enjundia y rematada por un buen pase de pecho. Antes de colocarlo en suerte, llevó a cabo cuatro soberbias manoletinas. Entró a matar en la suerte contraria para pasar al segundo intento a la suerte natural y dejar una estocada ladeada. Oreja tras petición minoritaria, con aplausos al toro.

Con tres faroles invertidos saludó Talavante a su segundo, también de Algarra, lanceando con gusto en el centro del ruedo. Ayudados para empezar con la franela ante el berrendo en negro y cómodo de pitones. En las primeras tandas hubo un asomo de toreo de desmayo que se diluyó enseguida por las condiciones del cuatreño que no repetía, y además llevaba la cara alta, aunque Talavante, que había brindado al público, quería triunfo, quizás, a modo de gratitud, que vio su alternativa en esta plaza. Pero solo aislados detalles y muletazos para completar una faena sin cuajo. Metió la espada con habilidad, dejándola caída y descabello. Dos orejas, la segunda algo generosa.

Con primorosas verónicas, lentas y templadas saludó el local Antonio Puerta a su primero, un toro de Algarra, gustándose tras varas en un quite en el centro del ruedo. En banderillas se desmonteraron Antonio Cama y Miguel A. Ramírez.

De rodillas y en los medios abrió Puerta con la muleta de manera vibrante levantando el clamor de sus paisanos. El toro, excelente de condición, permitió al local sacar a relucir el toreo que lleva dentro con soberbias tandas en redondo, templadas y profundas, mezcladas con un excelente toreo al natural, rematando la faena con estocada algo descolgada en la suerte contraria. Dos orejas y vuelta al excelente toro.

El que cerró plaza, de La Palmosilla, castaño y con hechuras, también permitió lucirse a Puerta con el capote en los primeros lances y después en los quites. El brindis del sexto fue para Perera y Talavante. Se dobló Puerta con el toro para arrancar con la franela, sacándolo a los medios. El toro no tenía la condición del tercero y al ceheginero le costó algo más demostrar que lleva mucho toreo dentro, en una faena basada en la derecha. Estocada casi entera en la suerte natural, haciéndolo él todo. Dos orejas y gritos de «¡torero, torero!».