Desde que anunció su retirada del tenis profesional, Rafa Nadal ha centrado sus energías en consolidar una vida más privada, cercana a la familia y al mar. Ahora, parece dar un paso más con una villa de lujo en Mallorca, pensada para ofrecer calma, privacidad y contacto directo con el paisaje que siempre ha amado.
La propiedad se ubica en Porto Cristo, zona costera del este de Mallorca donde Nadal ya tiene otra vivienda frente al mar. Allí, con vistas privilegiadas y naturaleza abundante, el tenista habría diseñado un espacio que combina diseño moderno y materiales autóctonos.
Se dice que el nuevo hogar busca transmitir paz: terrazas, amplios ventanales, zonas exteriores para disfrutar del aire libre y rincones íntimos para desconectar. La obra de esta vivienda ha tardado varios años en completarse y tiene un total de 1.500 metros cuadrados.
Nadal ya cuenta con una villa en Porto Cristo adquirida hace años, construida sobre una parcela costera de más de 1.000 metros cuadrados. Esa propiedad se caracteriza por su estilo moderno, techos altos, muchas terrazas con vistas al mar y una piscina tipo «infinity pool» que se funde con el horizonte.
El arquitecto mallorquín Tomeu Esteva ha sido quién proyectó parte del diseño de las viviendas, apostando por la luminosidad, el uso de piedra local y el diálogo visual entre interiores y exteriores.
También se menciona que Nadal quería que su hogar fuese un refugio donde prevaleciese la serenidad, tanto al amanecer como al caer la tarde. Los elementos del entorno (mar, naturaleza y privacidad) son clave.
El cambio de vivienda podría deberse a que Nadal busca un lugar más amplio, con mayor valor paisajístico, quizás más apartado del casco urbano, con el objetivo de reforzar la privacidad de su familia.
Para Nadal, Mallorca siempre ha sido más que «el lugar de origen». Ha sido inspiración, refugio, un punto de equilibrio entre la fama, la competencia y el descanso. Tras décadas de intenso rendimiento deportivo, parece lógico que busque un hogar que le brinde silencio, mar y espacios para compartir la vida diaria lejos del ruido mediático.
Ese deseo se traduce no solo en la localización, sino en elecciones de diseño: se priorizan vistas, luz natural, conexión con el exterior, tranquilidad acústica y valores estéticos sobrios, sin ostentaciones que llamen demasiado la atención.
Rafa Nadal (39) parece estar dando forma a su siguiente capítulo vital con una mansión de lujo frente al mar en Mallorca que combina diseño, paisaje y tranquilidad. Aunque ciertos detalles de esta casa aún no están verificados, todo apunta a que será un hogar con alma, pensado para llenar de paz cada día.
Más que una casa, es un refugio: un lugar al que volver, respirar, desenchufarse y recuperar fuerzas. Además, la finca incluye construcciones que sumaban más de 1.000 metros cuadrados antes de que Nadal las derribara para reformar o reconstruir a su gusto.
El proyecto consta de varios cuerpos de edificios interconectados, con planta baja y dos alturas, cubiertas a cuatro aguas que ofrecen amplias terrazas y muchos ventanales para ganar luz natural. Dentro de las comodidades se contemplan piscina, gimnasio, espacios ajardinados, y zonas exteriores con vegetación autóctona.
La ubicación es privilegiada: se sitúa en la parte alta del puerto natural de Porto Cristo, al borde del mar, cerca de la Cova des Correu. Tiene acceso directo al mar mediante una escalera por la propiedad.
Una particularidad legal importante: aunque el terreno tiene ciertas zonas con vistas al mar y acceso al litoral, debe respetarse la Ley de Costas, dado que parte del litoral es de dominio público; esto ha generado trámites burocráticos para regularizar accesos públicos o pasillos de paso.
En definitiva, la finca de Rafa Nadal en Porto Cristo ocupa 7.000 metros cuadrados y tiene salida directa al mar, construida sobre un acantilado que le proporciona vistas espectaculares al puerto. Además, la casa consta de varios edificios conectados, y dispone de piscina.