La campaña se desarrollará a lo largo del mes de septiembre y estará formada por tres historias de pacientes, difundidas a través de vídeos en YouTube y reels en Instagram. En cada relato, los protagonistas comparten cómo la dermatitis atópica grave afecta a su vida diaria y, de manera inesperada, reciben el testimonio y apoyo de sus dermatólogos.

“En un momento en el que la inteligencia artificial y la tecnología marcan la conversación, queríamos recordar que el cuidado humano, la empatía y la cercanía siguen siendo insustituibles. Para los pacientes, contar con un médico que escucha y acompaña también forma parte del tratamiento”, explica Jaime Llaneza, presidente de AADA.

Una enfermedad crónica e infravalorada

La voz de los pacientes

“Hay días en los que la piel duele tanto que es imposible dormir o concentrarse en el trabajo. Pero lo más duro es la sensación de aislamiento. Para mí ha sido fundamental sentirme escuchada y comprendida por mi dermatóloga: saber que no estoy sola en este camino”, relata Marta.

Llamado a la sociedad