Los inversores aguardan con expectación la reunión de la Reserva Federal, y el mercado de divisas es el mejor termómetro. Mientras el mercado descuenta que la institución estadounidense retome la senda bajista de las tasas, las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) no vuelva a recortar el precio del dinero impulsan al euro respecto al dólar. En la víspera de la decisión de la Fed, el dólar retrocede un 0,4% frente a la moneda común y cotiza en 1,18 dólares por euro, su nivel más alto desde julio y a un paso de los máximos desde 2021.
La crisis política que azota Francia, que ha dejado la deuda gala como la que paga mayor prima de riesgo en Europa junto con la italiana, no ha afectado al tirón de la moneda única entre los inversores. “Las mejoras en la deuda soberana de España y Portugal compensan las noticias francesas, y el panorama global de optimismo mantiene la demanda del euro”, señalan los analistas de ING. Los inversores, además, han dejando de apretar más a Francia (la prima pasó de 65 puntos a 82 antes con la moción de confianza, pero ahora está en 79) en la medida en que el escenario que más temen, la disolución de la Asamblea, no parece estar sobre la mesa y ni los intereses ni el volumen de la deuda gala son un problema de corto plazo, sino de largo.
Las cifras económicas de Europa, que ya sirvieron a Christine Lagarde para dar casi por terminado el ciclo de bajadas de tipos, siguen apoyando la divisa común. Este martes el dato de confianza inversora en Alemania (publicado por el instituto ZEW) ha sido mucho mejor de lo esperado, arrojando una lectura de 37,3 puntos frente a los 34,7 del mes anterior, cuando el mercado daba por hecha una caída. “En general, las expectativas económicas han mejorado significativamente en el tercer trimestre en comparación con la primera mitad del año”, afirmó Robin Winkler, economista del Deutsche Bank. “La economía se está recuperando, la única pregunta es cuán rápido”. Alemania se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre.
Tampoco el aumento de las tensiones en Oriente Medio ha servido para frenar la tendencia bajista del billete verde en 2025. En un año marcado por los ataques a la independencia de la Fed desde la Casa Blanca y por la pérdida relativa del carácter de refugio de activos como el dólar o la deuda estadounidense, las mejores perspectivas de la economía europea han reforzado la confianza en la divisa comunitaria, que acumula una revalorización cercana al 14% en lo que va de ejercicio.