El fabricante automovilístico Ford da otro paso atrás en Europa. La compañía ha anunciado este martes que a partir de 2026, la factoría de Colonia, donde se encuentra su sede en el Viejo Continente, pasará a tener un solo turno de trabajo y se recortarán hasta 1.000 puestos de trabajo. “En Europa, la demanda de coches eléctricos se mantiene muy por debajo de las previsiones del sector“, ha señalado la automovilística en un comunicado citado por Reuters. Ford indemnizará a aquellos empleados que se presenten de forma voluntaria para salir de la empresa, al igual que ha hecho en Valencia.
La empresa continúa así cediendo terreno en un mercado que parece cada vez importarle menos. Si bien es cierto que las ventas de eléctricos están por debajo de lo que pronosticaba el motor hace unos años —por poner un ejemplo, fabricantes como Mercedes-Benz esperaban que la mitad de sus ventas fuesen electrificadas en 2025, una meta que se cambió para 2030—, las matriculaciones de este tipo de vehículos han tomado impulso en el presente ejercicio. Mercados como el español han duplicado las ventas de eléctricos e híbridos enchufables disparando su cuota de mercado hasta el 18%; mientras que Portugal y Reino Unido ya presentan cuotas de mercado superiores al 30%. Según datos de Acea, la patronal europea de automovilísticas, la matriculación de coches eléctricos ha crecido un 25,9% en Europa en los primeros siete meses de 2025, porcentaje casi idéntico al que suben los híbridos enchufables.
En el caso de su planta valenciana, en Almussafes, Ford ha aprobado cuatro expedientes de regulación de empleo (ERE) entre 2020 y 2024, tras quitarle a la fábrica cuatro de los cinco modelos que ensamblaba: ya no hace el Mondeo, la S-Max, la Galaxy y la Transit (fue la última en decir adiós). A día de hoy, la planta española sobrevive con un único modelo, el Ford Kuga, un éxito para la marca del óvalo en Europa, aunque incapaz por sí solo de sostener el empleo en una fábrica que el año pasado recortó en 600 personas su plantilla. La factoría, con unos 4.100 trabajadores, sobrevive gracias al mecanismo RED, por el que los empleados han pasado a un sistema de ERTE rotativo, mientras se espera la llegada de un nuevo modelo que se prevé para 2027.
Dicho modelo será un vehículo multienergía del que Ford espera vender unas 300.000 unidades al año, aunque todavía no ha dato detalles del nuevo coche. Peor lo tiene la fábrica alemana de Saarlouis, que está cerca de cerrar sus puertas. Esta planta se disputó en 2022 con la española la asignación de una nueva plataforma de producción de vehículos eléctricos. La puja la ganó entonces Almussafes, aunque finalmente esa plataforma no llegará: Ford reculó ante el enfriamiento de las perspectivas del mercado eléctrico y optó por darle a España el nuevo modelo híbrido.