El accidente de Javi Romo en la Vuelta no tendría que hacer sucedido
Tenía que pasar y pasó, y en la lotería de lo probable Javi Romo salió herido de una nueva secuela de las protestas propalestinas de la Vuelta.
Sin temor a que nos tachen de fachas, de sionistas y todo eso, esto no tenía que haber sucedido nunca, y no, decir esto no significa que no nos deprima la limpieza étnica que Israel está ejecutando en Gaza, decir esto es que las manifestaciones son necesarias, tienen que hacer ruido, molestar, pero tirar a un ciclista no mejora las cosas.
Por suerte Javi Romo logró completar la etapa que cierra la segunda semana de la la Vuelta a España pese a sufrir esa caída provocada de manera indirecta por un manifestante propalestino que intentó irrumpir en la carretera.
El suceso ocurrió a unos 60 kilómetros de meta, en una zona boscosa con pocos espectadores. Según los testigos, un hombre bajó corriendo por un talud con una bandera e intentó llegar al asfalto, pero tropezó y cayó justo al borde de la carretera.
En sentido contrario vimos a un Guardia Civil correr hacia él, como si el grupo no avanzara.
Al intentar esquivarlo, Romo y otro corredor se vieron obligados a maniobrar bruscamente y acabaron en el suelo.
El corredor español se levantó con un fuerte golpe en la cadera y varios raspones, aunque pudo seguir hasta meta, donde llegó con más de 14 minutos perdidos.
Nada más cruzar la línea de llegada, se dirigió al autobús del equipo para ser atendido por los médicos, sin dar declaraciones en ese momento.
Sin embargo, más tarde quiso tranquilizar a los aficionados: “Ha sido un susto grande, me duele bastante y tengo la cadera tocada, pero lo importante es que estoy de una pieza. Lo que más lamento es haber caído por algo que no tiene nada que ver con la carrera. Nosotros solo queremos correr en paz”.
Su compañero Carlos Canal, que formaba parte de la escapada en la que iba Romo, también mostró su preocupación: “Ha sido una caída fea, no lo vi de cerca, pero sé que se llevó un buen golpe. Ojalá no sea nada grave porque lo necesitamos mucho en las próximas etapas”.
Según El País, el manifestante que provocó la caída fue arrestado junto a otros activistas en los municipios lucenses de O Corgo y Monforte de Lemos, acusados de desórdenes públicos “con peligro para la integridad de las personas”.
Entre los detenidos se encontraba incluso una dirigente local del BNG, Rosana Prieto, responsable comarcal en Lugo Sur.
El incidente se suma a otros que han marcado esta edición de la Vuelta, con varias interrupciones y caídas provocadas por protestas contra la presencia del equipo Israel-Premier Tech.
Desde el Movistar lamentaron lo sucedido y confían en que Romo pueda recuperarse en la jornada de descanso.
Lo peor es que estas cosas están lejos de no volver a ocurrir, que la organización tenga que desmentir el rumor que la etapa 21 no se va a suspender habla del clima que se espera.
Imagen: Unipublic / Cxcling Creative Agency