La lista de asistentes al recién concluido Tour ya dejó entrever una cruda realidad. Con apenas diez representantes, el ciclismo español no atraviesa su mejor … momento en la mejor carrera del mundo. No se pasó de los quince de hace un año y no hace mucho, en 2007, hubo hasta 41 corredores nacionales en la salida, más que franceses, 36. En aquella edición que coronó a Alberto Contador España gobernó el ranking, con seis representantes en el top-10 y la mitad del top-20. El último título data de 2009, de nuevo con el pinteño de amarillo, y se cumple una década de la última vez que un español se subió al podio, con el bronce de Alejandro Valverde.
No ha habido ninguno de los nuestros entre los quince primeros, lo que no se veía desde 1981, cuando Alberto Fernández de la Puebla fue vigesimoprimero. Entonces, tras unos fructíferos años 70 en los que destacó el triunfo de Luis Ocaña en 1973, España atravesaba un bache en el que prácticamente desapareció de la ronda gala hasta que Pedro Delgado y sobre todo Miguel Induráin tiraron la puerta abajo. La situación amenaza con ser igual de caótica que la de hace casi medio siglo, a la que puso fin el conjunto Teka.
Con las bajas sensibles de Mikel Landa, Pello Bilbao o Juan Ayuso, tres pilares ausentes por distintos motivos, Carlos Rodríguez y Enric Mas se erigieron como los timoneles de una escuadra reducida a mínimos. Con nombres como los de Tadej Pogacar o Jonas Vingegaard aspirar al triunfo resultaba una quimera, por lo que el objetivo era un podio o al menos finalizar entre los cinco primeros, cota que logró el propio Landa hace un año. Sin embargo, tanto Mas como Rodríguez abandonaron en la fatídica etapa 18. El mallorquín del Movistar rozó la victoria en el Mont Ventoux y el granadino del Ineos peleó en los Alpes, pero se fracturó la pelvis tras una caída cuando marchaba décimo en la general.
Así, el español mejor clasificado ha sido Cristian Rodríguez, vigésimo, principal escudero en el Arkéa del francés Kévin Vauquelin, séptimo y primer galo de la tabla. Además del almeriense, su compañero de equipo Raúl García Pierna ha sido el quinto mejor joven. Si el madrileño ha estado muy cómodo en la montaña, la contrarreloj mostró al mundo el potencial de otras dos jóvenes promesas nacionales, ambos del Movistar. El vallisoletano Iván Romeo, séptimo en la etapa de Caen, y el oscense Pablo Castrillo, décimo, han agitado al equipo telefónico, con el asturiano Iván García Cortina como sólido gregario. Misma labor que ha desempeñado el barcelonés Marc Soler, a la sombra de Pogacar en el UAE. Dos guipuzcoanos integraron el Cofidis, pero ni Ion Izagirre ni Alex Aranburu tuvieron su mejor carrera.