Carlos Vizcaíno

Carlos Vizcaíno
16/09/2025

El Sevilla FC llora la pérdida de Manolo Cardo Romero, figura histórica de la entidad y símbolo indiscutible en el banquillo de Nervión. Nacido en Coria del Río en 1940, fue uno de los entrenadores más recordados por el sevillismo, con un total de 200 partidos dirigidos al primer equipo, cifra que lo coloca solo por detrás de Joaquín Caparrós y Unai Emery en la historia del club.

Cardo se hizo cargo del Sevilla en diciembre de 1981 y permaneció en el cargo hasta junio de 1986. En esas cinco campañas logró revitalizar a un equipo que atravesaba momentos difíciles y lo condujo a Europa en dos temporadas consecutivas, apostando por un estilo de juego alegre y competitivo. Su debut fue inolvidable: un 1-4 en La Romareda ante el Zaragoza, con cuatro tantos de Pintinho y la aparición estelar de Francisco López Alfaro, emblema de una cantera a la que siempre dio protagonismo.

Bajo su mando irrumpieron jóvenes como Francisco, Rafa Paz, Ramón Vázquez o Manolo Jiménez, todos ellos internacionales con la selección española. Aquella generación de talentos formados en la carretera de Utrera encontró en Cardo a un valiente impulsor, capaz de confiar en los recursos de la casa cuando las circunstancias deportivas y económicas no permitían grandes refuerzos. Entre sus recuerdos más brillantes figura también la victoria por 4-0 frente al PAOK de Salónica en la Copa de la UEFA, una de esas noches mágicas que marcaron a varias generaciones de aficionados.

El legado de Manolo Cardo trasciende los números. Fue el hombre que devolvió al Sevilla la competitividad y el orgullo en una época compleja. El club ha expresado sus condolencias a familiares y amigos, mientras la afición despide a un entrenador que queda para siempre en la memoria como el coriano de oro del sevillismo.