Mientras los jugadores del Unicaja bromean en la sesión de fotos oficial del torneo, el rostro de Ibon Navarro desprende seriedad. El técnico tiene trabajo … que hacer para preparar los partidos y el tiempo es oro. Como hace un año, el vasco se sienta con SUR para analizar en Singapur esta Copa Intercontinental en la que su Unicaja debuta mañana. No se fía de ningún rival y mira al futuro con prudencia, consciente de que el proyecto que ahora maneja ha cambiado mucho respecto a las últimas campañas y esta por madurar.
–Mismo escenario y las mismas aspiraciones, pero esta Copa Intercontinental ha cambiado mucho respecto a la del año pasado.
–La situación ha cambiado. En realidad no estamos donde empezamos el año pasado, porque entonces fue una continuación de la temporada anterior. El equipo era el mismo. Esta es una continuación, pero con un equipo nuevo. No deja de ser pretemporadas, porque sólo llevamos 20 sesiones de cancha. Vamos por detrás del punto en el que estábamos el año pasado, a nivel táctico y físico. Hay equipos que tienen menos todavía. Es lo que hay. Lo que tenemos que hacer es tratar de controlar nuestras propias expectativas, porque seguro que no estaremos igual.
–¿Esas expectativas son lo más peligroso en estos momentos? ¿ Cree que el aficionado va a saber diferenciar entre esas emociones de los últimos años y la situación real del equipo ahora?
–Lo que más me preocupan son nuestras propias expectativas, en qué hemos mejorado, en qué hemos empeorado, sobre todo porque si te pones a comparar siempre te fijas en lo que has empeorado. Es demasiado pronto para empezar a evaluar. Me preocupan nuestras expectativas a nivel interno, las externas no las puedo controlar. Las que hagan los aficionados y los periodistas no las puedo controlar. Las haréis y me parecerán injustas. Las nuestras sí y estamos haciendo un ejercicio para hacerlo. Cuando nos ponemos a hablar de baloncesto pensamos que algo no lo podemos hacer porque este o aquel no están… Hay que predicar con el equipo.
–Es decir, que el propio cuerpo técnico tiene que resetear…
–Los jugadores lo tienen interiorizado y además lo expresan. No podemos comparar los equipos porque son diferentes. Tenemos seis jugadores de los que empezaron hace tres más, más Tillie y Tyson Pérez, que llegaron la temporada pasada, además Balcerowski. Hay seis jugadores que son el núcleo del proyecto, que son importantes porque nos permiten mantener la identidad del equipo. Se ha ido talento, pero esos seis jugadores encarnan el proyecto y lo que hemos sido. Los jugadores son conscientes y tenemos que hacer un esfuerzo.
Ibon Navarro se sube al autobús que llevó al equipo al entrenamiento.
Juan Calderón
–Y el aficionado cree que captará ese mensaje de cambio.
–Nada va a ser igual. Hay que esperar la normalidad, que es que el equipo compita, pero que no gane. Ganar títulos es algo súper extraordinario. En los cincuenta años del club ha pasado poco. No había muchas banderolas ahí arriba… Todos tenemos que ser conscientes de que no ganaremos. No voy a decir tanto, sino que no ganemos. A partir de ahí todo lo que venga, encantados. Lo que tenemos que hacer es mantener nuestras señas de identidad. Ser un equipo que pelee, que compita, que quiera estar arriba y que, de vez en cuando, si alguien comete un error, nos metamos en una cosa bonita. No hay que pensar en que el equipo va a seguir ganando títulos, porque eso es algo extraordinario.
–¿Cuándo cree que se verá el verdadero potencial de esta plantilla?
–Antes de diciembre será difícil que veamos el potencial de esta plantilla, y si no tenemos problemas con las lesiones.
–Quizá es el gran condicionante, porque a los cambios se han unido algunos problemas físicos que retrasan ese proceso de acoplamiento.
–Lo más importante era que estuvieran desde el principio Castañeda, Chris Duarte y Sulejmanovic. En el caso de Chris y de Castañeda era más importante todavía porque son nuevos en la competición. El escenario ideal es el que tenemos nosotros en la cabeza, pero nunca se da. Con lo que ha pasado, tenemos que gestionarlo y tirar para delante. Lo ideal es que los nuevos hubiesen hecho los 21 entrenamientos de cancha. Tenemos seis jugadores que han estado con nosotros y son los que tienen que tirar del carro al principio
«Todos tenemos que ser conscientes de que no ganaremos. No voy a decir tanto, sino que no ganaremos. A partir de ahí todo lo que venga, encantados»
–Ha mencionado varias veces a Duarte, ¿Su llegada altera el estilo, los roles, el estilo de juego?
–A nivel de gestión de equipo no va a condicionar nada. Demanda ciertas cosas, porque tiene unos hábitos NBA y creo que eso puede mejorar al equipo, pero otras no. Supondría desatender otras cosas. A nivel de equipo no vamos a cambiar. Chris Duarte se tiene que adaptar a nosotros. En el juego, no nos adaptamos a él, sino a todos los jugadores nuevos que tenemos. Él nos va a aportar cosas que no teníamos, pero es importante que entienda cómo funciona este equipo desde hace tres años.
–¿Cambiará mucho el estilo del equipo? ¿Habrá muchas cosas nuevas, un cambio radical? ¿Hay que reinventarse?
–Ya lo podéis ir viendo. Hay cosas que no son negociables porque forman parte del ADN del equipo. A nivel táctico sí hay cosas nuevas y las estamos viendo ya. Estamos haciendo modificaciones porque tenemos unos jugadores con unas virtudes diferentes. La identidad del equipo, lo que somos delante, lo que somos detrás y nuestra intención de correr permanecerá igual.
–De momento, la Intercontinental es una posibilidad para ganar un nuevo título, aunque se presenta más equilibrada. El equipo de la G-League parece más sólido, también el australiano es un buen grupo y el Flamengo ya sabe lo que es ganarla..
–Me has hablado de los tres equipos del otro lado.
–¡Es que su grupo es muy fácil!
No son fáciles, eso lo dirás tú. Ya veremos la cancha lo que dice. El equipo japonés está súper trabajado. Tiene muchas cosas europeas. Juegan muy rápido. Todos tiran de tres puntos… Es un equipo divertido de ver y que juega muy rápido, aunque no tiene mucha talla. El equipo de Libia tiene ocho jugadores, algunos con pasado Euroliga como Marcos Knight, Almeida o Boissy; es decir, que son jugadores que tienen una trayectoria. Su profundidad de banquillo no es la mejor. Creo que son equipos mejorados respecto a la edición del año anterior y que han pagado mucho dinero por tener jugadores en esta competición, como Romero, que ha venido hace sólo quince días para estar aquí.
–¿Se ve volviendo a Málaga con un título más?
–Me veo entrenando esta tarde para mejorar cosas que tenemos que arreglar y a ver si podemos ganar el primer partido, que siempre es el más difícil a nivel de sensaciones. Si no pienso en el partido del jueves, imagínese si no pienso en la Supercopa. Sería peor no estar aquí y no jugar la Supercopa. Hay que adaptarse. ¿Sería posible un escenario mejor? Posiblemente, pero el trabajo consiste en adaptarte a lo que hay. Hemos empezado un poco más tarde pensando que nos ayudará al final de la temporada, que es lo importante, porque es lo que queda. Todo es difícil, así que tenemos que ir paso.