«Penélope Cruz, ganadora del Oscar y filántropa, es fan y viajera frecuente de Emirates y ha visitado Dubái en múltiples ocasiones. En unas imágenes exclusivas rodadas entre bastidores a bordo de un emblemático avión A380 de Emirates, Cruz reveló su pasión por la aerolínea y la positiva relación que mantiene con la marca: ‘Estoy encantada de colaborar con Emirates después de años viajando con ellos en algunos de los viajes más especiales de mi vida'».

Así anunció en 2023 la aerolínea emiratí, una de las más importantes del mundo, que la actriz española se convertía en su nueva embajadora. La campaña publicitaria fue dirigida por Robert Stromberg, director de Hollywood y ganador de dos Oscar, con 21 premios y 30 nominaciones en diversos trabajos a lo largo de su carrera. Se desconocen los detalles del acuerdo económico que Penélope alcanzó con Emirates, pero algunos de sus contratos con conocidas marcas como Chanel o Lancome superan el millón de euros.

Tras la polémica por los mensajes antisemitas de su marido, Javier Bardem, las constantes contradicciones del matrimonio vuelven a estar de actualidad. ¿Por qué una feminista confesa trabajaría con un país en el que no se terminan de respetar los derechos de las mujeres? Resulta más irónico observar que en las fotos de su campaña está acompañada de otras tantas mujeres.

«Me asombra cada vez que me preguntan si soy feminista. Es imposible no serlo si eres justo y vuelves a leerte la definición del término en el diccionario. ¿Cómo no voy a ser feminista?», declaró a la revista Vogue en 2020, donde confesó ser también afín al movimiento #MeToo. En 2023, coincidiendo con el festival de cine de San Sebastián, incluso dio un aplaudido discurso sobre la violencia contra la mujer. «En lo que llevamos de año en nuestro país ya son 44 mujeres asesinadas por violencia de género y que las víctimas mortales desde 2003 son más de 1.000. Solo en nuestro país, ¿cuántas serán en el mundo?, se lamentó.

Aunque ciudades como Dubai es una de las más occidentalizadas de Emiratos Árabes Unidos, hay que recordar que al tratarse de un país islámico existe un código de vestimenta que debe respetarse, especialmente la ropa de baño en las playas públicas. A pesar del bombardeo de publicidad, lo cierto es que hay viajeros que aseguran que el país no es tan amable como lo pintan.

«Veía a chicas ser paradas por la policía por bailar y anuncios de bótox dirigidos a mí durante las 24 horas. Hombres caminando con tres esposas que parecían miserables. Animales, mujeres, inmigrantes y todos los demás excepto los hombres ricos son tratados como objetos», publicó en TikTok Anna, una turista que visitó el país en 2024. En el emirato de Sharjah, las leyes son mucho más estrictas y el divorcio no es legal, además de existir playas exclusivamente para mujeres.