Es habitual desde hace bastantes años que el primer equipo del Barça y el sub’19 viajen juntos en el mismo vuelo chárter para disputar sus partidos, respectivamente, de Champions League y Youth League. En la primera fase de ambas competiciones la UEFA ya forma los calendarios y grupos iguales para que los clubes puedan ‘economizar’ y meter en un pack a ambos equipos.
En el avión destino Newcastle, por ejemplo, viajaban los 23 convocados por Flick del primer plantel junto a los 20 citados por Pol Planas, entrenador del Juvenil A, para medirse también con las ‘urracas’ unas horas antes en la ciudad deportiva del Newcastle en el estreno de la Youth League.
UNA EXPEDICIÓN MUY NUMEROSA
A estos 43 futbolistas hay que añadir los staff técnicos, directivos, acompañantes de los jugadores del primer equipo, miembros de los canales oficiales del Barça, etc. Pues bien, entre todo este enjambre de nombres, relucía el de un futbolista todavía en edad cadete que puso rumbo a Newcastle.
Hablamos de Ebrima Tunkara, un chico de apenas 15 años, nacido en 2010, que fue convocado por Planas y que jugará en la competición continental contra futbolistas la mayoría tres años mayores que él.
Ebrima, en un miniderbi, es una de las grandes perlas del Cadete A / Al-Abtal Cup
Ebrima es uno de esos nombres que ‘retumban’ en las paredes de La Masia como gran estandarte de futuro. Su padre llegó en 2007 a Cerdanyola (barrio de Mataró) procedente de Gambia. Ebrima pudo viajar desde el país africano para unirse con su progenitor en 2017, con siete años. Su vida dio un vuelco.
ORÍGENES
En el Barça desde la temporada 2018/19 y captado por Albert Puig, desde el principio ya se le vio algo especial. Ebrima está marcando diferencias por cómo combina una estructura física imponente y una habilidad técnica que lo convierten en un jugador dominante. El pasado 15 de marzo cumplió 15 años y aún se espera que siga creciendo. Sin ir más lejos, su papá mide más de dos metros.
Ebrima es distinto a Lamine, pero en el campo facilita todo a todos sus compañeros
«Ebrima es distinto a Lamine, pero tenerlo en el campo facilita mucho las cosas a los demás. Te daba una garantía de que lo mejoraba todo y siempre aparecía en los partidos importantes. Te multiplica al resto. Lamine eran chispazos. Como entrenador, con Ebrima estabas tranquilo. Te diré un dato: con él, en 30 partidos de liga en benjamines y 30 con infantiles no perdimos un solo partido», contaba hace unos meses a SPORT Albert Puig.
El chico tiene la oportunidad de debutar este jueves en la Youth League siendo todavía cadete. Pol Planas y los formadores de La Masia lo están cuidando y monitorizando. Nadie se quiere precipitar y todo el mundo es consciente de que hay que marcar bien los pasos. Lo que está claro, es que nos encontramos ante un fenómeno distinto.