El golf puede decidirse por un putt fallado, un mal golpe o, como en el caso de Paul Mitzel, por una inesperada infracción de su caddie. El estadounidense quedó eliminado en primera ronda del U.S. Mid-Amateur en Troon Country Club (Scottsdale, Arizona) tras una sanción derivada de que su acompañante aceptara un traslado en buggie durante el desempate.

El duelo frente a Ryan O’Rear fue vibrante; siete hoyos ganados por cada uno en los 18 reglamentarios y birdies por doquier. Igualados tras el hoyo 18, el partido se fue al desempate. En el hoyo 19, Mitzel rozó la clasificación, pero O’Rear salió del búnker y salvó el par. Camino al hoyo 20, un conductor ofreció al caddie de Mitzel un rápido transporte en buggie hasta el tee. Lo que parecía un gesto inocente resultó fatal; la Regla Local Modelo G-6 prohíbe expresamente que jugadores o caddies utilicen transporte motorizado salvo autorización del comité.

El castigo fue automático; pérdida del hoyo en juego, que en este caso era el segundo extra, lo que supuso el fin del match. Mitzel explicó a Golf Channel que, tras el desempate en el hoyo 19, su caddie había colocado la bandera cuando un conductor le ofreció subirlo en el buggie hasta el siguiente tee, situado colina arriba.

El mismo conductor acababa de trasladar a los jugadores desde el hoyo 18 al tee del 1 para iniciar el desempate, lo que generó la confusión. “Mi caddie no merece ninguna crítica”; subrayó Mitzel. “Es un crack y un gran amigo. Yo haría lo mismo en su lugar. Nos lo estábamos pasando genial, qué lástima”.

Así, en un giro tan insólito como doloroso, Mitzel, clasificado entre los 64 mejores en la fase Stroke Play, se despidió del campeonato. Un recordatorio de que en golf no solo hay que jugar bien; también hay que conocer al milímetro las reglas.

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