Si hay algo que Jordi Cruz no perdona es la pereza. Dicho por él durante una entrevista en el pódcast Se me antoja, presentado por Montagud. El chef, que tiene tres estrellas Michelin en el restaurante ABaC de Barcelona, se ha abierto para opinar sobre el cambio que ha visto en tan solo cinco años en la hostelería, especialmente en la mentalidad de los empleados.

Tal y como comenta Cruz, que ejerce de jurado en MasterChef, se ha sentido «solo» todo el rato con razón del cambio generacional. «En cinco años ha cambiado la forma de pensar de nuestro oficio totalmente, hemos pasado de ser espartanos, de meterle 14 horas, de verlo como algo bonito y sacrificado, a hacer solo ocho horas», ha defendido.

«A entenderlo de una forma totalmente distinta y tú—refiriéndose a él mismo— como purista del oficio te ha faltado ese margen de tiempo para adaptarte y lo ves todo muy raro», ha añadido sobre lo que le podría costar acostumbrarse a ese ‘cambio’.

«Cuando tú intentas hacerlo muy bien, que tu restaurante funcione muy bien, con el personal que no te remate porque piensa diferente… Está cambiando la forma de pensar, ya no está alineado contigo, piensa distinto, y encima estás en la tele, que te pide que lo hagas también, pa, pa, pa, pa», ha razonado.

Ha revelado que tiene presión al tener varios restaurantes, la presión del Michelin e incluso de su mujer, «que me quiere ahí también». «En algún momento, algunos de esos entes no tienen en cuenta del follón en el que estás metido, pero bueno, es el juego: o juegas o quédate en tu casita».

«Llevo toda la vida siendo un chico muy pequeñito, pero que ha dicho: ¿Qué? Para ser alguien del que tu familia esté orgullosa, ¿qué hay que hacer? ¿Salir al ruedo? Pues yo salgo al ruedo», ha rematado el chef.