En los últimos años, el ejercicio de recuperación de artistas mujeres ha sido intenso, sacando a la luz figuras extraordinarias que la historiografía y el canon había arrinconado. Un caso paradigmático es el de Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011), una pionera cuyo redescubrimiento se materializa ahora en la segunda exposición que la Galería José de la Mano de Madrid le dedica desde el 11 de septiembre hasta el 31 de octubre.
Pese a ser “una de las figuras más importantes de la renovación del arte textil europeo, una revolucionaria”, como declara la comisaria Isabel Tejeda, permaneció durante años ausente de las colecciones permanentes de los museos estatales. Resulta difícil de creer este olvido cuando se repasa su trayectoria.