Seis meses antes de que las protestas contra el genocidio de Gaza cortasen etapas e incluso impidiesen el final de la Vuelta Ciclista a España, otra competición sobre dos ruedas vio su recorrido acompañado por las movilizaciones contra la presencia del equipo israelí. Se trataba de O Gran Camiño, la única carrera profesional por etapas en territorio gallego, en la que se coronó como ganador el canadiense Derek Gee, corredor del Israel-Premier Tech. Una situación que, casi con toda seguridad, no se repetirá el año que viene. “Si el reglamento lo permite”, la organización de la prueba no invitará al equipo propietario del millonario sionista Sylvan Adams. Si la UCI impone su participación, dos de los principales patrocinadores —las diputaciones de A Coruña y Lugo, gobernadas por un bipartito PSOE-BNG— retirarán su financiación.
“No están los tiempos para pensar en lo deportivo, sino para pensar, por encima de todo, en el escenario en el que estamos”. Ezequiel Mosquera, el director de O Gran Camiño, prueba que organiza a través de su empresa Emesports, atiende por teléfono a elDiario.es. El exciclista coruñés cree que el carácter de la carrera y su nivel, varias categorías por debajo del World Tour en el que se mueven La Vuelta, el Tour o el Giro, les da una libertad a la hora de elegir los participantes con la que no cuentan las tres grandes rondas.