Atenea es una perrita guerrera. Se podría pensar que una cachorra abandonada en la basura por una malformación en su patita trasera está destinada a la tragedia, pero ella ha conseguido desafiar al destino en tres oportunidades: fue rescatada de un contenedor al borde de la muerte, sobrevivió a una cirugía con mal pronóstico para arreglar su pata y esquivó la dana del pasado octubre en su paseo por Aldaia. Su dueña, Carolina Gascón, cuenta su historia en el libro ‘La patita de Atenea’.
Carolina con su perrita Atenea. / Miguel Ángel Montesinos
Una ‘hermanita’ para Glau
Carolina es una amante de los animales originaria de Anna, y buscaba una hermanita para su perro Glau. Lo que no se esperaba era encontrar a la pequeña Atenea que conquistaría su corazón. «Lo que hay que hacer es adoptar, porque las protectoras están llenas de perritos que merecen una vida feliz». Carolina y Glau se dirigieron al refugio para encontrar a su compañera vital. Una de las trabajadoras, que cuidaba a la cachorrita en su casa porque era muy joven, les presentó a la que se convertiría en su motor y fortaleza.
«Muchas veces queremos las cosas fáciles y miramos para otro lado», dice Carolina. Gascón García decidió apostar por la vida de Atenea a pesar de sus adversidades, ya que merecía el mismo amor que un perro sano. «Me cansé de pasar por alto las injusticias y quería colaborar con esta pequeñaja porque, si no, hubiese acabado con la pata amputada y en la protectora para siempre», explicó.
Carolina Gascón, que cuenta en un libro como su perrita y ella estuvieron a punto de morir en la Dana / Miguel Ángel Montesinos
«Numerosos veterinarios me dijeron que la solución era amputar«, explica Carolina, a quien nadie garantizaba que su perrita pudiera andar, hasta que un especialista le dio otra solución. «Cuando fui a adoptar no pensaba que iba a encontrar una perra con una malformación», añade. El médico le informó de que para salvarla había que someterla a una operación que acarreaba una rehabilitación engorrosa en caso de superarla.
Ayuda desinteresada
No fue un verano fácil para ellas, porque tenían que hacerle una serie de pruebas que representaban un alto coste para Carolina, que tuvo que dejar su negocio para atender las necesidades especiales de su cachorra. «La gente se volcó masivamente y conseguimos más de 3.000 euros a través de GoFundMe«. Gascón agradeció la ayuda de todas las personas que hiceron posible la recuperación de Atenea.
Atenea / Miguel Ángel Montesinos
Cuando todo parecía estabilizarse, el cielo se empezó a nublar en Aldaia durante la tarde del 29 de octubre a la hora del paseo que suelen dar en la vereda del barranco de La Saleta. Aunque todavía no empezaba a llover, se veía discurrir en el cauce una riada que inundaría toda la localidad. Esta catastrófica dana que arrasó pueblos enteros en Valencia generó pérdidas irrecuperables, y algunos de los más afectados fueron los animales.
«Del tema de la muerte animal no se ha hablado casi nada, no solamente sufrieron los gatos y perros, también caballos, cerdos, gallinas… Se piensa que ya está todo solucionado, pero las protectoras que quedaron devastadas, a día de hoy siguen con problemas, pero ya nadie les manda nada, porque como ya se supone que estamos bien». Gascón denuncia la falta de cooperación hacia los grandes olvidados de este desastre. Por ello, ha buscado la forma de contribuir con algunos refugios que lo perdieron todo.
La ‘biografía’ de Atenea
La corta pero acontecida trayectoria de la joven perrita inspiró a su dueña a recoger los tres momentos clave que marcaron su vida en un libro benéfico. ‘La patita de Atenea‘ es más que una obra autobiográfica, es una fuente de ayuda a todos aquellas criaturas que no tuvieron la misma suerte. «Realmente la venta del libro no es para enriquecerse una, es para que, si con las ventas se puede ayudar a que la gente tenga más conciencia, y, con esos beneficios, ayudar a las protectoras«.
En la voz de la propia perra acompañada por ilustraciones acercadas a la realidad, narra los capítulos que han dejado una huella significativa. «Es un libro muy tierno, los personajes son entrañables porque son perros, entonces te metes dentro del papel y te engancha porque es una historia real. Abarca muchos temas como la superación, el amor o la enemistad y lo que cuenta aporta algo al lector, porque hay un montón de metáforas que hacen gracia a los niños, pero dejan pensando a los mayores». La autora subraya que el público abarca desde los más pequeños hasta los más mayores.
Hay quienes no entienden que un libro relacionado con la dana de octubre salga en julio, nueve meses después. «Cuando estaba la dana, no estaba escribiendo, estaba ayudando, sacando barro o llevando comida«, dice Gascón. Carolina aclara que tuvo que dejar en pausa su producción literaria para colaborar en las labores de reconstucción. Pero, una vez se rastauró el orden, confiesa que se dio prisa para acabar la obra: «Veía que hay muchas injusticias con refugios, con personas que han perdido todo y no les está ayudando a nadie. Y yo, como tampoco tengo tanto dinero, quería sacar el libro para aportar mi granito de arena».
Según informa la autora, el libro vale 20 euros, de los que 7 son para el apoyo de las protectoras El refugio de María y Mini Santuario Dream. Tres de ellos son para Atenea y el resto cubre los gastos de producción, maquetación, impresión e impuestos. «Si vendo 1.000 ejemplares, que soy muy ambiciosa, son 7.000 euros con los que puedo comprar los recursos que necesitan estas protectoras», asegura.
‘La patita de Atenea’ de Carolina Gascón / Miguel Ángel Montesinos
Carolina Gascón aspira a expandir su historia incluso fuera de las fronteras: «La Universidad de Houston quiere traducir el libro al inglés y distribuirlo en Estados Unidos«. Su objetivo es conseguir distribuirlo en español, inglés y valenciano, pero para este último idioma ha encontrado dificultades entre las editoriales. «Para mí es bastante surrealista que la Universidad de Houston quiera mi libro y que una editorial de Alzira no lo quiera». «Me dicen que no va con su línea editorial», lamenta.
La historia de Atenea no acaba aquí, ella ha tenido tres vidas y en cada una ha sabido salir adelante. Mientras algunos optaban por lo fácil, Carolina Gascón confió en ella y le dio una oportunidad. Una perrita que parecía no tener futuro hoy corre, juega y hasta tiene un libro que busca ayudar a otros animales que no han tenido la misma suerte. «He dejado parte de mi esencia en otras personas», este es el mantra vital de Carolina, que es consciente de que no se puede cambiar el mundo entero, pero sí marcar la diferencia en una vida.
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