El pasado 7 de septiembre Carlos Alcaraz se coronaba campeón del US Open. El murciano sumaba su segundo título en Nueva York, el sexto Grand Slam de su carrera, confirmando el dominio del tenis europeo en los ‘majors’.
De hecho, de los últimos 85 Grand Slams, 84 han ido a parar a manos de tenistas del ‘Viejo Continente’ (Djokovic, Nadal, Federer, Murray, Wawrinka, Sinner, Alcaraz…). Sólo un hombre rompió esa hegemonía: Juan Martín del Potro.
El argentino rompió todos los pronósticos en el US Open de 2009, cuando evitó que Roger Federer ganara su sexto título consecutivo en la pista Arthur Ashe derrotándole por 3-6, 7-6 (5), 4-6, 7-6 (4) y 6-2.
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Fue su gran momento de gloria, y le llevó a vivir situaciones de lo más curiosas. Una de ellas tuvo lugar tras su victoria en la final, cuando recibió una llamada a horas intempestivas.
«Volvemos al hotel tipo dos de la mañana y suena el teléfono de mi habitación. Atiendo y me dicen en inglés: ‘Hola Delpo, soy Justin Timberlake. Estuve en tu partido. Estoy haciendo una fiesta privada en un boliche de acá de New York y me gustaría que vengas y seas mi invitado de honor'» explicó el extenista argentino.
«Yo le dije que sí, que me pasara la dirección. Era un lunes, no sabíamos qué hacer. Llegamos y era todo Hollywood: cantantes, famosos. De repente, el más importante era yo. Me acuerdo que estaba LeBron James, que fue cuando lo conocí. Yo estaba rodeado de seguridad y él pidiendo por favor que lo dejen pasar para sacarse una foto conmigo» añadió Delpo, recientemente retirado.