BarcelonaCada vez más alternativas a los fármacos contra la obesidad como Ozempic y Wegovy se están abriendo camino y una de las que podrían llegar pronto al mercado tiene impronta catalana. Un ensayo clínico internacional de fase 3, en el que ha participado el Vall d’Hebron, ha demostrado la eficacia de un nuevo fármaco para el tratamiento de personas con obesidad. El orforgliprono es un fármaco que, al igual que otros medicamentos contra la obesidad, actúa sobre el receptor GLP-1, que se encuentra en diferentes células implicadas en la regulación del apetito y del metabolismo en el cerebro y el tubo digestivo. Ahora bien, la diferencia entre este fármaco y el ya archiconocido Ozempic es que el orforgliprono se puede tomar por vía oral, en forma de cápsula o píldora, evitando así las complicaciones o limitaciones del tratamiento inyectable.

La investigación se ha publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM) y se ha presentado en el congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), en Viena. Los autores prevén que en los próximos meses comience el proceso para aprobar el fármaco, lo que permitiría ampliar las opciones terapéuticas para estos pacientes.

Para comprobar la eficacia del fármaco los investigadores siguieron durante año y medio la evolución de 3.100 personas con obesidad pero sin diabetes de nueve países diferentes. En todos los casos eran adultos con un índice de masa corporal superior a 30 kg/m2 o de entre 27 y 30 kg/m2 con alguna complicación asociada a la obesidad, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o apnea del sueño.

Los participantes recibieron de forma aleatoria distintas dosis del fármaco o dosis placebo, siempre en forma de una cápsula diaria. Además esta pauta se combinó con consejos de dieta saludable y actividad física. Los resultados mostraron que el tratamiento con la dosis más alta de orforgliprono logró una disminución en los pacientes del 11,2% de media del peso corporal. Más de la mitad perdieron al menos un 10% de su peso y aproximadamente uno de cada cinco llegó a reducirlo en más del 20%.

La investigación también ha registrado mejoras significativas en otros aspectos de la salud de los pacientes como la presión arterial, el perímetro de la cintura y los niveles de triglicéridos y colesterol, todos ellos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Los efectos adversos más frecuentes fueron digestivos, generalmente leves o moderados y autolimitados, similares a otros fármacos para la obesidad.

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