Fernando Alonso habló en Bakú sobre el abandono de Monza, sobre la sanción de Carlos Sainz levantada por la FIA y sobre los coches de 2026, dejando algunas reflexiones interesantes.
Sobre la pedrada en la barra de suspensión que originó después la rotura, el asturiano confesaba que se lo dijeron dos días después de la prueba en Italia. «Me lo dijeron el lunes o el martes después de la carrera. Sí, o sea, sabía que no era por el piano, fue sólo un fallo en suspensión. Si la causa no fue un problema de producción o control de calidad, obviamente es mejor, porque eso es sólo mala suerte, una piedra. Es una parte física del coche que no se ha reforzado, no hay nada que podamos hacer ahora. Desafortunadamente, otra de mala suerte y más puntos que perdimos en una carrera», valoraba.
Nada se ha modificado en esa estructura, obviamente porque no hay tiempo físico y porque de no mediar un golpe, la pieza debería resistir como el resto del año. «Siempre estará expuesto a objetos externos que puedan afectar al coche. Pero creo que es uno entre diez millones de casos, así que esperemos que en diez millones de carreras tenga otro fallo como ese», aseguraba irónico.
Sobre la mala suerte, recuerda su etapa en Alpine. «Bueno, estas cosas pueden pasar… recuerdo 2022, cuando el coche no estaba tan mal, el Alpine, y éramos competitivos. Y tuve los abandonos, siempre en las carreras en las que iba a terminar 5.º o 6.º. Así que creo que ese año el equipo contabilizó unos 55 o 60 puntos perdidos. Y este año ya llevamos 22, creo. Sí, es una pena que no podamos terminar las carreras por méritos propios cuando estamos en la zona de puntos. Y luego, cuando vamos lentos, porque no somos competitivos, normalmente todo va bien hasta que bajamos la bandera a cuadros y no sumamos puntos. Pero así son las cosas, así es el deporte, así es la naturaleza del deporte. Y mientras el año que viene tengamos un buen coche, tendremos suerte. No pedimos buena suerte, pero la suerte normal está bien», valora.
Le preguntaron a Fernando sobre el logro de Williams y Sainz, al levantarle la sanción de dos puntos en la licencia por el incidente en Zandvoort y sobre situaciones suyas en el pasado que no eran muy justas a su juicio.
«Sí, bueno, lo hicieron bien (en Williams), porque normalmente eso no ocurre a menudo. Las nuevas pruebas siempre son… Es decir, es muy difícil tener nuevas pruebas. Pero sí, quizá la FIA sea un poco más abierta ahora y lo veremos en el futuro», espera el español para cuanto le toque algo similar.
Los coches de 2026 y su pilotaje
Cuestionado por su experiencia en el simulador con el coche de 2026 y si el piloto tendrá más influencia en regular la energía eléctrica, Fernando cree que será muy similar para ellos, puesto que todo está automatizado.
«Creo que sí, creo que no lo sé. Tenemos que esperar a ver cómo rinden los coches y lo difíciles o fáciles que son de conducir. Pero sí, echo de menos la época en que teníamos más libertad en la cabina para cambiar los parámetros o el rendimiento del coche. Antes, solíamos jugar un poco con las revoluciones del motor, ciertas vueltas por fin de semana teníamos la máxima potencia», recuerda sobre los motores V10
«Luego se introdujo el ERS (la parte híbrida inicial) y teníamos seis segundos de libertad para jugar con eso. Así que no usábamos siempre las mismas posiciones óptimas; eso sólo se usaba en la clasificación. Luego, en carrera, se jugaban diferentes estrategias solo para poder adelantar o defenderse de los coches que venían detrás. Así que sí, echo de menos esos días», recuerda.
«No sé si el año que viene tendremos alguno de ellos. Para mí, todavía parece demasiado automático. Así que el coche está en modo de recta o en modo de máxima carga aerodinámica automáticamente y la energía se distribuye de forma más o menos automática, igual que este año. Así que sí, todavía echo de menos un poco de libertad, o incluso más, para los pilotos», dice sobre lo que ha visto hasta ahora y que cambiará mucho hasta que se vean en pista en enero de 2026.