El investigador José Manuel Padrón, director del Instituto Universitario de Bio-Orgánica Antonio González (IUBO) de la Universidad de La Laguna, ha colaborado en el desarrollo de una innovadora familia de moléculas multifuncionales con potencial para combatir tanto el Alzheimer como ciertos tipos de cáncer. Estos compuestos, híbridos de isofagomina y cumarina, representan una prometedora estrategia terapéutica y preventiva frente a la neurodegeneración y el cáncer.
Además de la participación de Padrón, el estudio, publicado en la revista Chemico-Biological Interactions, cuenta con la colaboración de personal investigador de la Universidad de Stavanger, la Universidad de Bergen, la Universidad Federal de Río de Janeiro, la Universidad de Bolonia y la Universidad de Sevilla.
El interés en buscar terapias comunes para Alzheimer y cáncer está en aumento. Estudios recientes han demostrado que algunos medicamentos diseñados originalmente contra el cáncer, como el sunitinib y el saracatinib, pueden tener efectos beneficiosos en el tratamiento de dicha patología. De manera similar, fármacos empleados para la neurodegeneración, como la galantamina y el donepezilo, también han mostrado propiedades anticancerígenas.
Si bien el Alzheimer se caracteriza por la muerte celular neuronal y el cáncer por la proliferación celular descontrolada, ambas enfermedades comparten importantes mecanismos bioquímicos, como factores de riesgo comunes, inflamación crónica, inestabilidad genética y alteraciones en el metabolismo energético. Investigaciones sugieren que estas enfermedades podrían estar conectadas a través de la activación anómala del ciclo celular: en el Alzheimer, esta alteración provoca degeneración neuronal; en el cáncer, promueve la multiplicación desmesurada de células.
Inspirados estos estudios, el equipo investigador ha diseñado una nueva familia de compuestos multifuncionales para atacar ambas enfermedades. Para ello, se crearon y probaron in vitro híbridos de isofagomina, un tipo de azúcar modificado, y cumarina, una sustancia presente en muchas plantas, como posibles moléculas con acción dual. Se llevaron a cabo variaciones estructurales clave, como distintas sustituciones de grupos hidroxilo y cambios en la longitud del eslabón hidrocarbonatado.
Probados en el laboratorio, estos compuestos demostraron una fuerte capacidad para inhibir de un tipo de colinesterasa, la enzima cerebral llamada butirilcolinesterasa (BuChE), que es especialmente activa en etapas moderadas a avanzadas de la enfermedad de Alzheimer. Además, estos compuestos mostraron una alta selectividad, actuando sobre BuChE sin afectar significativamente a otra enzima similar (AChE), lo podría ser positivo a la hora de minimizar posibles efectos secundarios.
Por otro lado, algunos de estos compuestos mostraron una actividad destacada contra células cancerosas, deteniendo su crecimiento y activando mecanismos de muerte celular controlada (apoptosis). Uno de los compuestos más potentes consiguió estos efectos en bajas concentraciones, lo que refuerza su valor terapéutico. Adicionalmente, los compuestos mostraron una neurotoxicidad reducida y una neuroprotección moderada.
Esta investigación abre la puerta a la posibilidad de desarrollar fármacos multifuncionales capaces de tratar simultáneamente enfermedades neurodegenerativas y ciertos cánceres, aprovechando las vías bioquímicas comunes que las unen y resultando en terapias más integrales y eficientes.