Es muy fácil dejarse seducir por el concepto del viaje en el tiempo, ya que ofrece multitud de posibilidades para dar forma a un apasionante relato de ciencia ficción. En el cine ha servido como base para varias películas imprescindibles, pero hay una que yo pongo sin dudar por encima del resto. Me refiero a ‘Doce monos’.
Inspirada de forma libre en el aclamado cortometraje ‘El muelle’ -aunque muchos la conocen más por su título original de ‘La Jetée’-, ‘Doce monos’ es una de las mejores demostraciones de que las estrellas de Hollywood pueden dejar de lado su estilo interpretativo habitual para demostrar su gran versatilidad interpretativa. Eso aplica aquí a la perfección a los casos tanto de Bruce Willis como de Brad Pitt, hasta el punto de que este último incluso fue recompensado con su primera nominación al Óscar.
Magistral
‘Doce monos’ cuenta la historia de James Cole (Willis), un pobre desgraciado que se ofrece como voluntario la misión de viajar en el tiempo desde el año 2035 hasta 1996 para encontrar el origen de una epidemia que ha arrasado con la humanidad. El plan es conseguir una muestra del virus para que en el futuro se pueda elaborar un antídoto, pero las cosas no tardarán en complicarse…
A veces se utiliza con demasiada ligereza la calificación de obra maestra, pero por mi parte creo que ‘Doce monos’ la merece con creces, siendo además una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia. Desde su agobiante banda sonora hasta la acertadísima banda sonora de Paul Buckmaster, todo en ella encaja y rema en la misma dirección para sumergirte en una aventura genialmente escrita y con un brillante trabajo de su reparto.
Además, ‘Doce monos’ es una película que no tiene problemas en abordar cuestiones complejas y en confiar en la inteligencia del espectador para estar al tanto de lo que va sucediendo y cómo las cosas van conectando entre sí. Ahí ayuda tener alguien tan fiable en el guion como David Peoples, quien años antes había participado en ‘Blade Runner’ y también se encargó del libreto de ‘Sin perdón’.
Por su parte, Terry Gilliam consiguió aquí su película más taquillera como director, ya que ‘Doce monos’ fue un indiscutible éxito comercial. A fin de cuentas, solamente costó 29 millones de dólares y su recaudación mundial llegó hasta los 168,8 millones de dólares. Todo ello sin renunciar nunca a su estilo personal, aunque sí que ofreciendo un enfoque algo más amigable de lo habitual de cara al gran público de lo habitual -aunque sin llegar al nivel de la estupenda ‘El rey pescador’–
Lo realmente importante es que la fuerza de ‘Doce monos’ aún perdura en 2025, pues en años posteriores a su estreno llegaron otros títulos muy estimulantes que abordan el cine de viajes en el tiempo, pero para mí no hay ni uno solo que superase al que ahora nos ocupa. Por cierto, en 2015 se estrenó una estimable adaptación televisiva que duró 4 temporadas y a la que merece la pena echar un ojo.
Si os apetece (volver a) ver ‘Doce monos’, actualmente la tenéis disponible en streaming dentro del catálogo de Filmin. Otra opción que tenéis es haceros con ella en blu-ray por 14,99 euros en una edición que incluye varios extras destacables, en especial el extraordinario Cómo se hizo, seguramente uno de los mejores jamás hechos. Y tampoco me olvido del excelente audiocomentario con Gilliam y el productor Charles Roven.
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