Mussara es una marca que nació hace más de una década en Cataluña, tomando el nombre del alto y pueblo de la Mussara, en pleno Baix Camp tarraconense. Sin embargo, el crecimiento imparable de la marca le ha llevado ya a otros territorios, lejos de las fronteras catalanas.
En su haber ha habido ya pruebas en País Vasco, Galicia y, por supuesto, en la Comunidad de Madrid.
Ya el año pasado se organizó la primera Mussara Villanueva del Pardillo, una prueba clásica de carretera que heredaba su estructura y recorrido de la L’Étape Madrid. La marcha fue un éxito y agotó inscripciones.
Este año se ha unido a la familia una nueva prueba: Mussara 24H Comunidad de Madrid, en pleno circuito del Jarama. Ambas pruebas tienen aún sus inscripciones abiertas.
La Mussara 24H convierte el circuito del Jarama en territorio ciclista
Mussara
Entre el 27 y el 28 de septiembre, casi un centenar de equipos se darán cita en ese histórico templo del automovilismo español que es el Jarama. Será un formato como el que ya se celebra desde hace años en Montmeló y que aterriza por primera vez en la Comunidad de Madrid.
Modalidad de ultrarresistencia, los participantes se organizan en equipos de 2, 4, 6 y hasta 8 miembros, decenas de corredores venidos de todo el país competirán para ver quién completa más veces el recorrido de 3.850 metros a lo largo de 12 o 24 horas.
Una carrera con tiempos, clasificación y pódium, que es mucho más que pura competición. Durante todo el fin de semana, la bicicleta se adueñará de este recinto, habitualmente reservado al motor. Serán 24 horas de poco descanso y mucho ciclismo, en el que la estrategia, el compañerismo y la convivencia serán tan importantes como la batalla en el asfalto.
Por su parte, el 26 de octubre se celebrará la segunda edición de Mussara Villanueva del Pardillo. Un evento que hereda su estructura y recorrido de la L’Étape Madrid y que sorprende a sus participantes con uno de los recorridos más originales que se pueden dar en la Comunidad.
La marcha se ajustará a todas las condiciones, con dos recorridos pensados para cualquier nivel de exigencia. Al largo, de 167 kilómetros, se une un medio fondo para los que busquen un desafío más asequible, de 108 kilómetros.
Puertos como La Escondida, Santa María de la Alameda, con sus rampas de más del 15%; o Robledondo pondrán a prueba al pelotón. Subidas que son historia del ciclismo español y que han tenido presencia en las pruebas más importantes del calendario WorldTour.
Como novedad, este año se han alargado un poco ambos recorridos, esta modificación busca sobre todo, mejorar aún más la seguridad de los participantes en la llegada al final de la marcha. Para que el pelotón solo tenga que preocuparse de pedalear y disfrutar.