La Vuelta corona un gran año de Joao Almeida
Ser podio en una gran vuelta, en este ciclismo, para ser eso ha que ser muy bueno y João Almeida terminó la Vuelta 2025 en segunda posición, logrando así su segundo podio en una gran vuelta tras el del Giro de hace unos años.
Aunque la enfermedad lo frenó en la última semana, el balance general es muy positivo tanto para él como para su equipo.
El corredor llegó a la parte decisiva de la carrera tocado por un virus gripal que le dejó sin fuerzas para plantar cara al líder, Jonas Vingegaard.
Aun así, intentó hasta el final poner en apuros al danés.
En la penúltima etapa, en la Bola del Mundo, su equipo trabajó a tope, forzando el ritmo en el pelotón y guardando todas las energías para el último puerto, pero no fue suficiente.
Jay Vine, compañero suyo y ganador de la clasificación de la montaña, fue quien marcó el ritmo en los tramos más duros.
Pero Almeida no tuvo suficiente ante un Vingegaard que también se mostró fatigado durante tramos de la carrera.
La sensación fue de cierta decepción porque Almeida había mostrado en días anteriores que podía ganar etapas importantes, especialmente en el Angliru, donde superó al propio Vingegaard sin darle opción en toda la subida.
Sin embargo, el cansancio y la gripe pesaron demasiado en los últimos días, dejándole sin opciones reales de luchar por el maillot rojo.
Pese a todo, la Vuelta deja muchos motivos de satisfacción.
Para Almeida, es el mejor resultado de su carrera en una grande, superando el tercer puesto que consiguió en el Giro de Italia 2023.
Además, este 2025 ha sido un año muy brillante para él, con victorias en pruebas de prestigio como la Itzulia, el Tour de Romandía y el Tour de Suiza.
Solo el Tour de Francia se le torció tras una caída en la primera semana, pero en la Vuelta ha demostrado una enorme capacidad de recuperación y constancia.
También su equipo ha firmado una participación espectacular, aunque ello haya dejado dudas sobre la potencia de la ayuda a Almeida en la Vuelta.
Entre todos sumaron siete triunfos de etapa, incluida la victoria de Almeida en la mítica subida al Angliru.
Se llevaron además la clasificación de la montaña y el premio por equipos, lo que confirma el altísimo nivel del bloque.
Aunque no consiguieron el maillot rojo, pueden irse de Madrid con la cabeza muy alta.
Para Almeida, el segundo puesto en la general es un paso más en su progresión como corredor de grandes vueltas.
Sabe que estuvo limitado físicamente en la última semana, pero también que dio todo lo que tenía.
Estar solo por detrás de un corredor del calibre de Vingegaard es un logro enorme.
Ahora toca mirar hacia adelante y seguir creciendo, con la certeza de que está entre los mejores del mundo en las carreras de tres semanas.
Imagen: Unipublic / Cxcling / Antonio Baixauli