“Nosotros hemos sufrido distintos terrorismos, y sabemos cómo vencer al terrorismo”, ha advertido Pedro Sánchez en la comparecencia conjunta en la Moncloa que ha protagonizado en la noche del jueves con el canciller alemán Friedrich Merz, en referencia a los cuarenta años de atentados de ETA y a las bombas yihadistas del 11-M del 2004 en Madrid, que provocaron la mayor masacre en Europa. “Y, desde luego, no se le vence como está haciendo Israel, el Gobierno de Netanyahu. No se le vence haciendo un ataque indiscriminado sobre la población civil, con más de 60.000 muertos”, ha subrayado el mandatario español, en alusión a la masacre de civiles palestinos –hasta 20.000 de ellos niños– en la franja de Gaza.

Porque el resultado, a juicio del jefe del Ejecutivo, “no va a ser solamente una Israel más aislada, sino también más insegura”. “Y por supuesto una región mucho más insegura de lo que ya era antes del terrible atentado de Hamás hace dos años”, ha añadido Sánchez, en referencia al ataque terrorista del 7 de octubre del 2023, que segó la vida de 1.400 personas en Israel.

“Es muy importante trasladar al Gobierno de Israel que su estrategia está profundamente equivocada: porque no está garantizando la seguridad de sus conciudadanos y porque está agravando la situación no solo para con el pueblo palestino sino también para el conjunto de la región”, ha asegurado.

El socialista Sánchez ha recibido en la tarde del jueves al conservador Merz, en la primera visita oficial a España del canciller alemán desde que asumió el cargo el pasado mes de mayo. Tras su reunión, de la que ambos mandatarios han resaltado su “buena sintonía”, han celebrado una comparecencia pública y una posterior cena privada. El también presidente de la CDU se reunirá este viernes con Alberto Núñez Feijóo, de su misma familia política.

El objetivo conjunto de la cita entre Sánchez y Merz ha sido “reforzar la unidad europea” en múltiples aspectos. Pero la ofensiva de Israel en Gaza y el recrudecido conflicto en Oriente Medio, y sus distintas visiones al respecto, han centrado la comparecencia. “Los gobiernos de España y Alemania estamos unidos en los objetivos, pero tendremos discrepancias en cómo llegar a ese objetivo”, ha admitido Sánchez sobre unas diferencias que también Merz ha reconocido. El eje entre Madrid y Berlín está muy engrasado frente a la guerra en Ucrania, en el desarrollo de la industria de defensa europea –en concreto, en el proyecto del futuro sistema aéreo de combate (FCAS)– y sobre las interconexiones energéticas de España con el continente frente a las posiciones del francés Emmanuel Macron.

Sánchez y Merz también han coincidido en las estrategias para tratar de frenar el auge de la extrema derecha en Europa. “Nos une también el rechazo compartido hacia el extremismo”, ha celebrado Sánchez, pese a que ha evitado cuestionar ante Merz la actitud de “blanqueamiento” de Vox de la que acusa a Feijóo.

“La conexión Madrid-Berlín goza de muy buena salud”, ha resaltado Sánchez y corroborado Merz. “Hemos encontrado una gran convergencia”, ha admitido el canciller alemán, que incluso ha desvelado que asocia a España con “las mejores memorias de mi infancia”, debido a sus vacaciones en Cullera.

Las grandes diferencias entre ambos se han evidenciado y reconocido sobre Israel. Alemania, por motivos históricos, sigue siendo el gran valedor del Estado hebreo en Europa. Merz, no obstante, ha admitido su preocupación por la situación de Gaza, ha rechazado los pasos hacia la anexión de Cisjordania por parte de Netanyahu e incluso ha defendido el embargo de armas a Israel, como también impulsa Sánchez. Pero ha advertido que el reconocimiento del Estado de Palestina –que España ya aprobó en mayo del 2024, y que próximamente harán Francia y Gran Bretaña– “debería ser uno de los últimos pasos en el camino hacia una solución de los dos Estados”.

“Estamos del lado de Israel, lo que no significa que compartamos todas las decisiones tomadas por el Gobierno de Israel”, ha admitido Merz. La próxima semana, ha señalado, su Ejecutivo federal tomará una decisión sobre la suspensión parcial del acuerdo comercial de la UE con Israel que impulsó, en sintonía con las demandas de Sánchez, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también conservadora alemana como Merz. “Debe ser posible criticar la política del Gobierno israelí, pero nunca debe convertirse en algo que se utilice para incitar al odio contra los judíos”, ha recalcado.

“El pueblo de España es amigo del pueblo de Israel”, ha advertido no obstante Sánchez, que ha reiterado su condena a los atentados de Hamas. Pero ha insistido en que Netanyahu se equivoca con su reacción, que también Merz ha admitido que no es “proporcional”.

El canciller alemán ha denunciado “el sufrimiento de la población civil” en Gaza, pero ha advertido: “Esta guerra cesará cuando Hamas libere a los rehenes y deje las armas. En cuestión de horas, Hamas puede poner fin a esta guerra”.

“No compartimos la opinión del Gobierno de Israel de que de esta manera puede alcanzar su objetivo, es decir, eliminar a Hamas de forma duradera. Pero no compartimos la descripción de genocidio”, ha señalado Merz. Justo el día en que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha ordenado investigar en España el genocidio en Gaza.

La IA, como solución para la oficialidad del catalán en Europa

Más allá del contencioso sobre Israel, otra de las discrepancias que Pedro Sánchez y Friedrich Merz han plasmado en su comparecencia ha sido la de la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas que impulsa el mandatario español para cumplir sus compromisos con Carles Puigdemont, y a la que se opone frontalmente el canciller alemán. Sánchez le ha trasladado a Merz esta demanda, que requiere de la unanimidad de todos los Estados miembros.

“Llevamos cuarenta años esperando este momento, y espero que podamos lograrlo en un futuro no muy lejano”, ha confiado Sánchez. La posición de Merz ha sido sorpresiva, con una solución cuanto menos imaginativa. “A medio plazo, podría haber una muy buena solución gracias a la Inteligencia Artificial”, ha alegado el canciller alemán. “Ya no necesitaremos intérpretes y vamos a poder entender y hablar en todos los idiomas de la UE, aunque todavía pasará un poco de tiempo”, ha señalado. “Entiendo bien el interés del Gobierno español y de su presidente respecto a los desafíos lingüísticos. Pero sobre cómo resolverlo… lo tendremos que ver”, ha despejado.