Ya no es necesario esperar a que una persona tenga síntomas de esclerosis múltiple para diagnosticar la enfermedad si se detectan lesiones cerebrales inequívocas en pruebas de neuroimagen. Así lo han acordado especialistas de todo el mundo que han actualizado los criterios diagnósticos de la esclerosis múltiple teniendo en cuenta los avances científicos de los últimos años. Los nuevos criterios, que también amplían los tipos de lesiones cerebrales que se pueden valorar, facilitarán un mejor diagnóstico precoz, un inicio más temprano de los tratamientos y un menor riesgo de que la enfermedad progrese hacia la discapacidad.
Con más de 50.000 personas afectadas en España, la esclerosis múltiple es la primera causa de discapacidad no traumática en adultos jóvenes, según la Sociedad Española de Neurología. Se debe a que el sistema inmune ataca por error la mielina de las neuronas, lo que afecta a la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo (a diferencia de la ELA, o esclerosis lateral amiotrófica, que se debe a la destrucción de un tipo concreto de neuronas y es más grave). En el caso de la esclerosis múltiple, en ausencia de tratamiento, la enfermedad puede progresar con los años hacia la necesidad de utilizar silla de ruedas y hacia la ceguera.
Neurólogos de todo el mundo coordinados por el hospital Vall d’Hebron presentan hoy los nuevos criterios de diagnóstico de la enfermedad
“La perspectiva de las personas a las que se diagnostica esclerosis múltiple es mucho mejor ahora que hace unos años”, declara a La Vanguardia el neurólogo Xavier Montalban, director del Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya en el hospital Vall d’Hebron y coordinador del comité científico internacional que ha elaborado los nuevos criterios diagnósticos. “El cambio ha sido posible gracias a la mejora de los tratamientos, sobre todo los fármacos de alta eficacia introducidos en los últimos diez años”.
Para que estos fármacos lleguen a los pacientes, añade Montalban, es necesario diagnosticar correctamente la enfermedad, y conviene hacerlo de manera precoz, antes de que se acumulen daños neurológicos.
Xavier Montalban, neurólogo del hospital Vall d’Hebron y director del Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya (Cemcat)
Miquel Muñoz / Shooting
Con los criterios diagnósticos vigentes hasta ahora, era imprescindible que una persona tuviera síntomas clínicos para establecer que tenía esclerosis múltiple y pudiera iniciar el tratamiento. Además, como enfermedades diferentes pueden causar síntomas similares, había un riesgo de diagnóstico incorrecto y tratamiento equivocado.
“Nos encontramos con personas que se hacen una prueba de neuroimagen por otro motivo, por ejemplo por migrañas, que tienen lesiones características de esclerosis múltiple pero no tienen síntomas, y a las que no hemos podido dar un diagnóstico y tratar; al cabo de un tiempo vuelven a la consulta con un brote de esclerosis múltiple; es algo relativamente común y muy frustrante”, declara Montalban.
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Con los nuevos criterios, que se publican hoy en The Lancet Neurology, “vamos hacia un diagnóstico más precoz y más preciso, basado en la biología de la enfermedad y no en sus síntomas, que son muy variables según cada paciente”.
En alrededor de un 30% de los casos, el síntoma inicial que puede hacer sospechar a una persona que tiene esclerosis múltiple es visión borrosa en un ojo. En otro 30% el primer síntoma es un hormigueo o entumecimiento en las piernas, a veces con sensación de pérdida de fuerza. Otro síntoma inicial habitual es la sensación de ver doble. Aunque estos síntomas suelen remitir en dos o tres semanas, que es la duración habitual de un brote, merecen una consulta médica para averiguar su causa y, si se confirma que se trata de esclerosis múltiple, iniciar tratamiento.
Barcelona será sede la próxima semana del congreso más importante del mundo de esclerosis múltiple
La enfermedad suele iniciarse entre los 25 y los 40 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad, incluso en niños. Tres de cada cuatro casos afectan a mujeres.
Los nuevos fármacos contra la esclerosis múltiple introducidos en la última década, llamados de muy alta eficacia, son anticuerpos que actúan contra células del sistema inmune. Con ellos se han conseguido reducir drásticamente los brotes que agravan la enfermedad y ralentizar la progresión hacia la discapacidad.
De cara a los próximos años, se están desarrollando nuevas terapias para frenar también la neurodegeneración que se produce en algunos pacientes independientemente de los brotes.
Los nuevos criterios diagnósticos, que sustituirán a los que han estado vigentes desde 2017, son fruto de dos años de trabajo de especialistas de todo el mundo coordinados por Xavier Montalban junto a Timothy Coetzee (de la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple de Estados Unidos) y Alan J. Thompson (del University College de Londres). El encuentro clave del grupo de trabajo se celebró en Barcelona a finales de 2023, cuando se reunieron 56 especialistas durante cuatro días para evaluar qué había que mantener y qué había que cambiar de los criterios diagnósticos anteriores.
Barcelona volverá a ser la capital mundial de la esclerosis múltiple la próxima semana con la celebración del congreso anual de ECTRIMS (por las iniciales de Comité Europeo para la Investigación y el Tratamiento de la Esclerosis Múltiple), que reunirá a 10.000 especialistas en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona (CCIB) del 24 al 26 de septiembre.