William Dalen «Will» Clyburn (Detroit, Estados Unidos, 17/5/1990) es un auténtico trotamundos del baloncesto. No en vano, el Barça será su séptimo equipo en Europa, militando en conjuntos del prestigio del CSKA Moscú -con el que ganó la Euroliga en 2019 siendo escogido MVP de la Final Four-, Anadolu Efes o Virtus Bolonia, donde jugó la temporada pasada antes de aterrizar este verano en el Palau Blaugrana.
La pregunta es obligada, ¿qué tal sus primeros día en el Barça?
Muy bien, realmente, muy bien. Los compañeros, el entrenador y todo el staff están siendo geniales. El club se está portando fenomenal conmigo, asegurándose siempre de que tengo todo lo que necesito. Y es realmente bueno saber que solo te tienes que enfocar en el baloncesto.
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Llega con 35 años y será uno de los veteranos del equipo, ¿esperaba la llamada del Barça a estas alturas de su carrera?
Realmente, no. No pensé que esto fuera a suceder. Al finalizar la temporada pasada, cuando recibí la llamada de mi agente -sobre el interés del Barça-, estaba muy emocionado. Y, siendo honesto, desde ese momento no quise valorar ninguna otra oferta de ningún otro equipo. Era una gran oportunidad para mí. El Barça es un club de mucho prestigioso, ¿quién no querría formar parte de algo así? Me sorprendió, pero estoy muy agradecido por la oportunidad que me ha brindado el Barça.
Su nombre ya había sonado en más de una ocasión para venir al Barça, ¿tuvo la oportunidad de jugar aquí antes?
Sí, tuve la oportunidad de jugar aquí antes, pero tampoco estuvimos muy cerca. En el momento en que el Barça se interesó en mí, yo tenía contrato con otro equipo y, lamentablemente, no se pudo dar el acuerdo.
Y volviendo al presente, ¿cómo de importante fue el hecho de poder seguir jugando con Tornike Shengelia? ¿Ya sabía que había fichado por el Barça?
De hecho, hablé con él cuando empezaron los rumores de que iba a fichar por el Barça, y lo primero que me dijo es que yo no debería haberlo sabido antes de que él me lo dijera (risas). Pero sí, ‘Toko’ y yo somos amigos, muy cercanos. Nuestras familias también. Amo a sus hijos, y él a los míos. ¿Quién no querría seguir jugando y estar junto a alguien con quién tienes este tipo de relación? Era una gran oportunidad.
Y hablando de compañeros de equipo, Corey Higgins, con el que coincidió en el CSKA de Moscú, jugó aquí hace unos años. ¿Habló con él antes de venir al Barça?
Sí. Tenemos buena relación y hablé con él cuando firmé por el Barça. Solo me dijo cosas buenas sobre el el club y la ciudad. Me dijo que es un buen lugar. Corey es un chico fenomenal y me deseó buena suerte.
Y ¿ya ha hablado con Joan Peñarroya sobre cuál será su rol dentro del equipo?
No, aún no. Aún estamos en pretemporada y, para mí, lo importante ahora es acoplanos los unos a los otros. Como jugador veterano, voy a intentar aportar lo mismo que siempre he hecho en mis años en la Euroliga: mi versatilidad, mi forma de jugar, los diferentes roles que puedo asumir dentro de la pista: pasar, lanzar, entrar a canasta,… Mi idea es seguir haciendo lo mismo que me ha traído hasta aquí.
Y, finalmente, ahora que está justo arrancando, ¿cuáles son sus objetivos, tanto a nivel individual como a nivel colectivo, de cara a esta temporada?
Como jugador, está claro: seguir mostrando a la gente que todavía soy Will Clyburn. Seguir siendo el mismo chico que he sido los últimos años. Solo quiero ganar. Estoy al final de mi carrera. Bueno, no al final (risas), pero soy un jugador veterano. Los aplausos, las canastas decisivas, las grandes actuaciones individuales,… todo eso ya lo he hecho. Ahora solo quiero ganar, dejar un legado, y espero que el equipo piense igual. Ese debe ser el objetivo de este equipo. Debemos ir paso a paso e ir mejorando cada día, en cada partido, pero, obviamente, el objetivo final es ganar.