Arman Tsarukyan continúa su campaña de guerra dialectal contra Ilia Topuria, que por ahora pasa del tema. El luchador armenio, número dos del ranking del peso ligero de la UFC, intenta buscarle las cosquillas al oponente que todos quieren y volver a tener una oportunidad para coronarse campeón en la promotora reina de las MMA mundiales. Los últimos dardos del aspirante se han centrado en las ‘necesidades’ económicas del hispano-georgiano.

«Lo más probable es que sea Pimblett que no Gaethje», opina Tsarukyan sobre el próximo rival de Topuria en las 155 libras, preguntado sobre ello por Sport24. El mar de fondo con el inglés promete fuegos artificiales para la promoción, mientras que un duelo contra el estadounidense no generaría tanto ruido a nivel mediático.

«No querrá luchar conmigo porque puede ganar más dinero luchando contra Islam y tiene la oportunidad de convertirse en el primer triple campeón de la historia y llevarse un pastizal», analiza el armenio, que tiene claros los objetivos de su pretendido rival. Una defensa en el ligero y a por la hipotética corona del wélter que Islam Makhachev tiene que arrebatarle todavía a Jack Della Maddalena en el UFC 322, programado a mediados de noviembre en el Madison Square Garden de Nueva York.

En la misma entrevista, Tsarukyan ataca el bolsillo de El Matador y le acusa de querer aparentar algo que no es. «Intenta aparentar que es extremadamente rico, pero en realidad vuela en aviones comerciales. No tiene tanto dinero como para ir en avión privado desde Estados Unidos hasta Europa o Georgia«, comenta el armenio, uno de los profesionales más acaudalados gracias a la riqueza de su familia.

En su curioso ataque, Tsarukyan desvela porqué la economía de los luchadores de la UFC a día de hoy no es tampoco nada del otro mundo. «Si hubiera ganado dos o tres millones de dólares, un viaje de ida ya cuesta casi medio millón», ejemplifica. 

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El propio peleador armenio tiene presentes las imágenes de Topuria volviendo a casa con un vuelo de United Airlines grabado por un pasajero del mismo avión. Su cinturón de campeón logrado ante Charles Oliveira en el UFC 317 viaja en el compartimento superior para maletas de mano, mientras el luchador abraza a su hijo Hugo y tiene al lado a Giorgina Uzcategui, su mujer.

Cuesta entender, pues, la provocación de un Tsarukyan que sabe precisamente que Topuria no esconde precisamente su uso de aviones comerciales para volver de los eventos en Estados Unidos. Lo que sí sabe también es que El Matador hace el esfuerzo económico de alquilar el jet privado en los trayectos de ida, todo en aras a maximizar su bienestar físico y mental antes de los combates que definen su trayectoria como campeón imbatido y pionero de las MMA en España y Georgia, sus dos patrias.