La acción del Gran Premio de Azerbaiyán arrancó y se dejó atrás la ternura del jueves, donde un gato -que ya se lleva hasta un gráfico de televisión- fue protagonista al compartir minutos con los equipos durante la jornada destinada a los medios de comunicación, con bastante barullo en la pista. Es lógico en un trazado así, difícil, urbano y con mejora a cada giro que pasa. Pero se acumularon los momentos complicados. Por encima de todos, una bandera roja de casi media hora que no concuerda con lo que es la categoría de la alta tecnología y sofisticación. Una goma fue la principal causante. Ni un accidente ni piezas de los coches.

No solo fue la suspensión del primer libre lo que marcó la primera hora de pruebas. Se unieron todo tipo de problemas con los primeros giros de los pilotos. Bortoleto se fue largo en su primer giro con un F1 en Bakú, Albon se quedó sin un retrovisor y también llegaron los inconvenientes al equipo más en forma, McLaren. Con un Oscar Piastri que no había sufrido casi ningún inconveniente en todo el curso.

Piastri recibió una comunicación de McLaren nada más salir. Le pedían que cuidase las revoluciones y pronto metió, de nuevo, el coche al box. Allí sus mecánicos revisaron pontones, fondo y unidad de potencia, y perdió todas las primeras tandas. Aunque aprovechó la bandera roja para no ceder mucho más tiempo. El problema estaba solucionado, aunque el susto en el cuerpo permanecerá.

Piastri, en el box.

Piastri, en el box.MCLAREN F1

Esa bandera roja afectó a Carlos Sainz de primera mano. El madrileño atacaba en uno de sus giros y se encontró con un desperfecto en la pista. Pareció una pieza del Williams de inicio, pero terminó siendo una goma que salía de la zona del piano. Recibió un arreglo tradicional, con el steward tirando de la goma para sacarla.

No pareció ser un problema del todo profundo, pero los comisarios tardaron un tiempo en gestionar el parón. Los equipos, siempre impacientes, perdieron minutos valiosos en una pista que tiene más secretos que los propios muros. 

La pérdida de tiempo casi alcanzó la media hora. Un susto que es habitual en trazados urbanos o que se lo digan también a Las Vegas. Pero felizmente no paró demasiado el primer día de acción en el Gran Premio de Azerbaiyán. Son cosas de la F1, aunque parecen más propias de la casa de cada uno.