Dying Light: The Beast es uno de los lanzamientos más importantes del mes de septiembre. NVIDIA confirmó que este título contaría con soporte de DLSS 4 y multigeneración de fotogramas, y que también vendría con trazado de rayos aplicado a iluminación, reflejos y sombras, pero al final esto último no se ha cumplido, al menos de momento.
La versión final de Dying Light: The Beast ha llegado sin trazado de rayos. Pude comprobarlo hace unos días, pero como estaba bajo NDA no pude comentar nada. El juego no cuenta con ninguna opción relacionada con el trazado de rayos, pero sí que permite activar DLSS 4 y multigeneración de fotogramas. También es compatible con AMD FSR y con Intel XeSS.
Techland ha confirmado que el trazado de rayos no se puede activar todavía en Dying Light: The Beast porque necesitan más tiempo para terminar de optimizarlo, y de afinarlo, pero que se implementará próximamente con una actualización. Creo que el estudio ha hecho lo correcto, al fin y al cabo es mejor esperar un poco y disfrutar de una buena optimización que lanzar algo con prisas y mal terminado.
Mi primer contacto con Dying Light: The Beast ha sido muy positivo. Se nota mucho el salto generacional frente a Dying Light 2, un juego que fue desarrollado con las limitaciones de la generación anterior de consolas. En la nueva entrega las mejoras en la geometría son muy grandes, y esto hace que tanto los personajes como los escenarios, la vegetación y todo lo que vemos en el juego presente un modelado de mayor calidad, y luzca mucho mejor.
Es sin duda lo que más destaca, aunque también tenemos otras mejoras importantes desde el punto de vista técnico, como la mayor calidad de las texturas, mejores efectos de partículas, de luces y de sombras, y un sistema de daños en los enemigos que raya a un gran nivel, y que mejora muchísimo la inmersión. La calidad de los escenarios interiores también ha mejorado notablemente.
En cuanto al rendimiento, este juego tiene una gran dependencia de la GPU. Techland ha implementado un sistema de precarga de shaders eficiente y rápido, y durante mis primeras horas de juego no he visto ningún problema grave de tartamudeo de la imagen, ni tampoco microparones por la compilación de shaders mientras jugamos.
El escalado de rendimiento a nivel de CPU es bueno. En 1440p con un Ryzen 7 7800X3D y una GeForce RTX 5090, utilizando DLSS 4 en modo calidad y MFG x4, he conseguido superar los 700 FPS incluso en zonas exigentes del juego. En 4K, con DLSS 4 en modo rendimiento y MFG x4, podemos superar los 400 FPS con ese mismo equipo.
Rendimiento de Dying Light: The Beast
No he tenido tiempo de probarlo con muchas tarjetas gráficas, pero mis primeras pruebas me han dejado claro que este juego tiene una excelente factura técnica, y que está muy bien optimizado. A partir de una GeForce RTX 4060 se puede jugar en 1080p con calidad alta sin problema a más de 60 FPS utilizando DLSS 4 en modo calidad.
No es necesario activar la generación de fotogramas para lograr 60 FPS estables con esta tarjeta gráfica, así que ese es el nivel óptimo para 1080p. Si tenemos una GeForce RTX 5060 podremos conseguir más de 60 FPS en 1080p con DLAA activado, es decir, sin necesidad de recurrir a DLSS 4.
Con una GeForce RTX 5070 podemos jugar en 1080p nativo con medias de más de 100 FPS con DLAA activado. En 1440p, con calidad alta y DLAA, la media es de más de 70 FPS, y en 4K con calidad alta y DLAA nos moveremos entre los 35 y los 40 FPS de media. Con DLSS 4 en modo equilibrado podemos conseguir 60 FPS estables en 4K con la GeForce 5070.
Viendo estos resultados no hay duda de que Techland ha hecho un buen trabajo de optimización con Dying Light: The Beast. Funciona muy bien en PC para los requisitos que tiene.