La Fundació Miró Mallorca no frena. De cara a esta inminente Nit de l’Art, que se celebra este sábado, el espacio de la calle Saridakis no solo acoge su aportación a la gran muestra Paysage Miró, que aglutina cuatro sedes con la Fundació como una de ellas con La guspira màgica; sino que también abre sus puertas al arte de Grip Face, Stella Rahola Matutes y Mabi Revuelta con tres proyectos específicos que se nutren de y al espacio mismo de la Fundació Miró.
La directora de la Fundació, Antònia Maria Perelló, alabó las diferentes muestras con los artistas allí presentes, quienes pudieron detallar elementos de sus propuestas. A su vez, estuvieron acompañados por el regidor de Cultura de Cort, Javier Bonet, y el coordinador general de Cultura de Cort, Fernando Gómez de la Cuesta. A su vez, los galeristas Fran Reus y Miquel Campins, de BIBI + REUS, que suelen trabajar con Grip Face, también hicieron acto de presencia.
Imagen del vídeo que forma ‘La máscara habitada’.
Así pues, las propuestas son variadas, diferentes entre sí y arriesgadas en todos los casos. La de Revuelta, que lleva por título La máscara habitada, se trata de un vídeo en el que dos personajes, Joan y Ninna, se encuentran en Son Boter, actualmente sujeto de una necesaria y esperada reforma. El personaje de Ninna aparece danzando por las estancias, uniendo baile, coreografía, cine, patrimonio y mucho más. A su vez, la conexión con Miró aparece no solo por ser Son Boter, sino también a través de la máscara de Warka, con 5.000 años de antigüedad que vuelve a la vida en este proyecto.
Otro de los proyectos es La biblioteca, de Rahola Matutes, una propuesta física que invita a reflexionar sobre la fragilidad no solo del material mismo de su construcción, el vidrio de borosolicato, que conforma una suerte de alfombra en el suelo de la Miró, pero no pensada para ser pisada, sino para ocupar ese mismo lugar, para formar parte de él.
Imagen de la propuesta de Rahola Matutes bajo el título de ‘La biblioteca’. FOTO: Emilio Queirolo
A su vez, la reflexión de Rahola Matutes va allende del simple hecho contrastar un material ligero con su fragilidad y resistencia comunes, sino que también habla del conocimiento, de sus órdenes, de la manera en que se jerarquiza y de la manera en que lo que damos por sentado puede resquebrajarse al mínimo roce.
Y, por último, la Utopía del lodo y sashimi de bruma, de Grip Face (alter ego de David Oliver). Una gran obra compuesta por doce columpios colocados en círculo y habitados por personajes del imaginario de Grip Face. Todos ellos, dispuestos hacia el interior del círculo concéntrico que conforman, como si fueran miembros de una importante reunión, contrastan no solo por los colores desaturados y agradables, por pastel, con el verde tóxico de estos columpios que, además, están llenos de espinas.
La obra de Grip Face se compone de 12 columpios colocados en círculo. FOTO: EMILIO QUEIROLO
El aparente campo de juego es, en realidad, un eco de un campo de batalla, ya que Grip Face destaca que aunque no trata explícitamente los temas políticos del mundo en su obra, estos se cuelan por la situación del planeta, y ante el hecho de que se puedan ver a diario bombardeos en lugares aparentemente seguros e infantiles como un parque de juegos. De ahí los 12 miembros de los columpios que representan las 12 estrellas de la bandera de la Unión Europea y su posicionamiento ante lo que está pasando en el mundo, casi como si fuera un juego de niños o como si jugaran a algo. La obra de Grip Face es tan estética y agradable a la vista, como punzante para el alma cuando uno mira más allá de sus tonos pastel.