La UCI quiere que el Mundial de Ruta 2025 en Kigali (21–28 de septiembre) marque un antes y un después en materia de seguridad ciclista. Por primera vez, todos los corredores llevarán un dispositivo GPS de seguridad instalado bajo el sillín, una tecnología pensada para vigilar en tiempo real la posición y velocidad del pelotón.

El objetivo es claro: detectar incidentes al instante. Si un ciclista se detiene bruscamente, el sistema enviará una alerta automática al centro de control de la carrera. Desde allí se coordinará la respuesta inmediata con organizadores, comisarios, servicios médicos y personal de seguridad. Todo en cuestión de segundos.

Este nuevo paso tecnológico no llega de la nada. El sistema fue testeado, con polémica incluida, en el Tour de Romandía Féminin, disputado en Suiza del 15 al 17 de agosto, y tras pulir detalles se implementará a gran escala en todas las pruebas del Mundial: fondo en carretera, contrarreloj individual y contrarreloj por equipos, tanto en categorías élite como sub-23 y júnior, hombres y mujeres.

La apuesta refleja una línea clara de la UCI en los últimos años: reforzar la seguridad de los corredores, en colaboración con la plataforma SafeR y con las federaciones nacionales. “El GPS de seguridad es un progreso importante y necesario. Cualquier accidente que antes podía pasar desapercibido ahora se detectará enseguida, y podremos actuar con la máxima rapidez”, explicó el presidente de la UCI, David Lappartient, en el comunicado oficial.