Bourbon Kings son ya un nombre recurrente en el panorama estatal, claros exponentes de lo que significa el Metal para las generaciones más jóvenes y auténticos luchadores del mundillo de trincheras sobre el que se mueven la mayor parte de bandas con menos de dos décadas a sus espaldas. Su pelea ya va por el cuarto asalto y esta vez, esta claro que quieren intentar conseguir el K.O. de una vez por todas.
Su propuesta desde el primer minuto es mucho más electrónica que lo que habían facturado hasta ahora, abriendo la lata con un “Tonight” que mezcla sabiamente los tiempos más contemporáneos, con los clásicos breakdowns propios del Metalcore sofisticado. Se trata de un corte que cualquiera se podría imaginar siendo coreado en una fiesta universitaria y que tiene ciertos paralelismos con el Pop Metal con el que Sleep Token están revolucionando el panorama.
Mucho menos arriesgada resulta “El Espejo”, con claro aire noventero y siguiendo al pie de la letra lo que ya hicieron famoso grandes como Def Con Dos o Habeas Corpus. Rap Metal peleón y furioso sobre una base en la que los platos del Dj bailan sin descanso. “Haka” vuelve a la faceta más desenfadada de los navarros, clavando unas agiles rimas que incitan al baile sin freno y tienen alguna hábil referencia como las que se marcan los Chikos Del Maíz.
Llegamos al momento central del redondo, que no esta colocado justo en medio por casualidad. Se trata del tema que pretende ser troncal, debido al empaque que demuestra y la emotividad que transmite. “Cada Cicatriz” encapsula todo lo mejor que saben hacer los de Villava, con rimas veloces, un estribillo redondo y la capacidad para saber donde hay que golpear. Sin duda tiene que ver con los temas más conseguidos de Aphonnic, quienes son auténticos maestros clavando cortes de este estilo.
Habiendo pasado la primera parte del trabajo, “Tu Mundo” vuelve a mostrarse poco sorprendente, aunque resulte efectivo. Un tema que sabe a poco respecto a lo que veníamos escuchando hasta ahora, pero que tiene un interludio de lo más bonito e inesperado. Mucho más inspirados se muestran en “Antitesis”, dejando de lado un rato el Metal, y poniendo la carga sobre el Rap emotivo. Su estribillo encaja como un guante entre rimas serpenteantes.
El plástico concluye con “Limbo”, un corte combativo en lo referente a las letras, que se quedara grabado por su sonoro estribillo, pero que no llega a alcanzar los mejores momentos de este Pay To Win. Recuerda poderosamente a los Hamlet de los noventa y eso la hace ensombrecer en la comparativa.
En conjunto, en cualquier caso, con sus instantes más oscuros y los más brillantes, este último trabajo de los Bourbon Kings es muy posible que impacte donde pretende, merced a un par de singles realmente vistosos y un enfoque verdaderamente acertado del panorama actual.