Jueves, 18 de septiembre 2025, 21:06
Ante los nenúfares de Claude Monet la sensación de la imagen diluida y desvanecida ha tenido tantos reflejos como visiones y, a su vez, interpretaciones. En ocasiones se achacaron los trazos borrosos de esta serie a una deficiencia ocular. Claude Monet dedicó a su serie tres décadas, desde finales de 1890 hasta su muerte en 1926, a la edad de 86 años. Con el paso del tiempo ya fue entendida como «una elección estética real». Sus óleos se consideran precedentes de otros tantos que vendrían después «en los que artistas de todo el mundo rechazaron igualmente la nitidez en sus propuestas». Desde esta semana CaixaForum Madrid explora ‘la técnica del desenfoque’ tomando como punto de partida los nenúfares de Monet en la muestra bajo el epígrafe ‘Desenfocado. Otra visión del arte’. En ella precisamente se explora y revela cómo esta serie de cuadros del pintor expresionista «pudo suponer una nueva forma de ver el mundo para los artistas posteriores».
Claude Monet, ‘Le bassin aux nymphéas, harmonie rose’, 1900. Musée d’Orsay.
© Musée d’Orsay, Dist. GrandPalaisRmn / Patrice Schmidt
Prevista hasta abril de 2026, cuenta con 72 obras de 55 artistas diferentes, en su mayoría contemporáneos, en colaboración entre los parisinos Musée d’Orsay y Musée de l’Orangerie y Fundación la Caixa. Son cinco los espacios temáticos que exploran el efecto borroso, que comienza en la zona ‘Preámbulo’. En ella se expone cómo el impresionismo de finales del XIX marcó un punto de infexión que «conduciría a la disolución de la figura». La última sección es ‘Futuros inciertos’, donde «se propone un acercamiento al modo en que lo borroso delata una inestabilidad y al mismo tiempo crea las condiciones para un nuevo encanto».
‘Desenfocado. Otra visión del arte’ cuenta con obras de artistas como Alberto Giacometti, Gerhard Richter, Mark Rothko, Eva Nielsen, Thomas Ruff, Alfredo Jaar, Soledad Sevilla, Christian Boltanski, Hans Haacke, Julia Margaret Cameron, Mame-Diarra Niang, Nan Goldin, Bill Viola y Pippilotti Rist, entre otros.
Asimismo, la integran cerca de medio centenar de préstamos de colecciones privadas, galerías, museos, fundaciones y particulares, y una decena de obras de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ‘la Caixa’ creadas por los artistas Gerhard Richter, Soledad Sevilla, Roni Horn, Eulàlia Valldosera, Hiroshi Sugimoto, Pedro G. Romero y Perejaume.
Comisariada por la directora del Musée de l’Orangerie y comisaria, Claire Bernardi, y la conservadora en el Institut National du Patrimoine de Francia y también comisaria, Emilia Philippot, el punto de partida es Monet y el concepto de desenfoque en el arte moderno, de lo borroso e impreciso como elementos expresivos. Esta muestra explora este fenómeno, que supuso una nueva forma de representar y comprender el mundo para artistas posteriores, especialmente desde 1945 hasta hoy.
Mame-Diarra Niang, ‘Morphologie du rêve #6’, 2021. Cortesía de la artista y de Stevenson, Cape Town / Johannesburg / Amsterdam.
© Mame-Diarra Niang
El efecto borroso y desenfocado que caracteriza las amplias extensiones de agua de los lienzos –y que se achacó en principio a una deficiencia ocular de Monet– nunca se había analizado. Hoy, en cambio, esta técnica de expresión artística es contemplada como una elección estética real y es el hilo conductor que recorre la muestra.
Partiendo de raíces estéticas del desenfoque en el siglo XIX y principios del XX, y siguiendo las convulsiones intelectuales, científicas, sociales y artísticas con las que creció el impresionismo, la exposición «habla de lo borroso, que definido inicialmente como una pérdida de nitidez resulta ser un medio privilegiado para plasmar un mundo donde reina la inestabilidad y donde la visibilidad se enturbia».
‘En las fronteras de lo visible’, primer ámbito, se plantea el desenfoque como un efecto para desafiar nuestros modos de percepción. Desde los límites de lo visible, a través de imágenes científicas, hasta la alteración de las referencias artísticas tradicionales, los artistas juegan con la vaguedad más que con la oposición entre representación y no representación.
Wojciech Fangor, ‘Number 17’, 1963. The Museum of Modern Art, New York.
© Wojciech Fangor © Fotografía: The Museum of Modern Art, New York / 2025 Scala Archives
En ‘La erosión de las certezas’ el público se coloca ante un nuevo terreno en el que los artistas proponen nuevos enfoques y hacen que su material sea transitorio, desordenado, móvil, inacabado y dudoso.
‘Elogio de la indefinición’, tercera sección, incide en el trabajo de artistas que, «reconociendo una profunda conmoción en el orden del mundo, optan por lo indeterminado, lo indistinto y lo alusivo».
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Exposición
‘Desenfocado. Otra visión del arte’ es una colaboración entre la Fundación ‘la Caixa’, el Musée d’Orsay, el Musée de l’Orangerie que exhibe en CaixaForum Madrid 72 obras de 55 artistas. -
Otros datos
Inició su andadura en abril en el museo de la capital parisina y en Madrid, estará hasta el 12 de abril de 2026, con una nueva puesta en escena y la incorporación de nuevas obras. A partir del 20 de mayo, la muestra se podrá visitar en CaixaForum Barcelona.
‘Futuros inciertos’, último ámbito, propone un acercamiento al modo en que lo borroso delata una inestabilidad y al mismo tiempo crea las condiciones para un nuevo encanto. Claire Bernardi, máxima responsable del Musée de l’Orangerie, subraya que la idea de la exposición surgió de una constatación, definida como «provocadora»: ante determinadas obras como los Nenúfares de Monet «a veces no vemos nada o incluso vemos borroso, desenfocado». También les llamó la atención comprobar que, pese a que este recurso está omnipresente en su trayectoria, nunca se había estudiado ni tanto en sus pinturas ni en las de sus sucesores.
Igualmente, quisieron superar la connotación negativa que conlleva esta difusión al contraponerse a lo nítido, que es a lo que el ojo está más acostumbrado a concebir como lo ‘bueno’. Y a su vez, «cómo este desenfoque está especialmente presente en el mundo actual sin ser algo nuevo, sino que se lleva alimentando desde tiempos de Leonardo da Vinci, a través de su conocida técnica del sfumato».
Frente a la lectura unívoca
Los artistas utilizan este efecto para cuestionar nuestros modos de percepción, invitarnos a regresar a la fuente misma de la mirada y animarnos a dejar atrás la lectura unívoca de la realidad. Algunos exploran los límites de lo visible retomando el vocabulario de la imagen científica, desde la visión de lo infraleve hasta la inmensidad del cosmos.
Hans Hartung, ‘T1982-H31’, 1982. Hans Hartung Foundation.
© Hans Hartung, VEGAP, Barcelona, 2025
Otros alteran los referentes tradicionales de la representación jugando con la indefinición más que con la oposición entre figuración y abstracción. Y algunos ponen a prueba al espectador y estimulan con astucia su agudeza visual evocando la circularidad de la retina en sus obras en forma de diana.La exposición cuenta con un espacio de mediación y contemplación titulado ‘Re-ver. Mirar el cielo con ojos diversos’, que propone a los visitantes que se recuesten en un espacio cómodo y diáfano para «re-mirar» un cielo lleno de nubes sugerentes a través de unas gafas intervenidas artísticamente que distorsionan la visión y permitirán mirar de una forma imaginativa.
Roni Horn, ‘Cabinet of, 2001-2002’. Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación «la Caixa».
© Roni Horn
El cielo ha sido creado con IA generativa y las gafas permitirán ver de diferentes formas: con otros colores, con luz irisada o con una lente que enfoque más de cerca o más de lejos, o más difuminado, por ejemplo. Todo ello, emulando las capacidades visuales de animales reales y de otros inventados con el fin de que los visitantes puedan experimentar capacidades de visión múltiples.
Mircea Cantor, ‘Unpredicteble Future’, 2015. Colección particular, París
© Mircea Cantor, VEGAP, Barcelona, 2025
En estos trayectos destaca la espontaneidad del instante capturado en la fotografía amateur donde el desenfoque refleja la vida en su máxima realidad en las más de 80 fotografías de la Colección Sébastien Lifshitz’s, que «hacen visibles espacios íntimos, difíciles de narrar y, por eso mismo, de mostrar aquello que a menudo escapa a la mirada». Y el desenfoque que constata la parte animal del ser humano en el gran muro de Roni Horn, artista que ya expuso en el Centro Botín. El mundo ha sido y, por tanto, sigue siendo difuso. «En una actualidad que necesitamos certidumbres constantes y que las cosas estén delimitadas, esta exposición permite una perspectiva mayor», asegura Bernardi, «que se aleje de esa carrera hacia la precisión en la que nos encontramos, y que va tan lejos que a veces no nos permite distinguir entre la información buena de la mala».
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