Con guión y dirección de Esteban Cadoche, y dirección musical de José Luis Castiñeira de Dios, comenzó el rodaje “El cura del fin del mundo”; un documental que “propone un retrato profundo, comprometido y poético de los momentos más trascendentes del pontificado de Francisco, el primer Papa latinoamericano de la historia” según se promociona.
“Estructurado en torno a tres ejes fundamentales -la evangelización de América Latina, la unidad de la Patria Grande y la opción preferencial por los pobres-, este largometraje se plantea desde una mirada latinoamericana, popular, periférica, fiel al espíritu del propio Francisco. Una voz y una estética alejadas del eurocentrismo, ancladas en nuestra historia, nuestra fe y nuestras luchas”, agregan desde la producción.
El Litoral conversó con Cadoche para conocer más sobre esta iniciativa que suma voluntades (pero necesita sumar recursos).
Génesis
-¿Cómo nació este proyecto? En vida de Francisco, seguramente.
-El proyecto de hacer un documental con el Papa Francisco se planteó en principio con una entrevista con él. Hice contacto con el doctor Andrés Gallardo, un juez de Buenos Aires, que es el presidente del Comité Panamericano de Jueces y Juezas por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana; y él transmitió la propuesta a Francisco a fin del año pasado. Nos pidió que esperáramos un poco, suponíamos que entre abril y mayo se iba a hacer la filmación; y sucedió lo que todo el mundo sabe.
Eso nos nos afectó muchísimo; pero al poco tiempo entendí que si lo importante era preservar y multiplicar la voz de Francisco, y hacerla llegar hasta los últimos rincones de al menos América Latina (y ojalá que sea el mundo) estando él, su ausencia lo hacía más imperativo. Era un deber que teníamos que asumir, no sólo en memoria y en homenaje, porque no una cuestión protocolar.
Creemos que la voz de Francisco fue en muchos casos una voz solitaria; que es un personaje central del siglo XXI, y que estuvo defendiendo casi en soledad muchas veces la condición humana, la dignidad de los trabajadores y de los pueblos.
El siglo XX empieza con las corrientes inmigratorias: muchedumbres numerosísimas que se trasladan a distintos lugares del mundo, básicamente a las tres Américas, para alcanzar condiciones de vida que en los en los países centrales no tenían, en la vieja Europa. Y el siglo XXI aparece al revés: después de haber sido fruto de la explotación colonial, por ejemplo el África (hasta el último gramo de oro, de diamante o de de sangre humana) empieza con el rechazo, la discriminación y la muerte.
-De la “Rerum Novarum” a la “Fratelli Tutti”.
-Claro. Todos recuerdan que Francisco, a poco de asumir, va a Lampedusa, que había estado poblada de cadáveres; y la pregunta que hace es: “¿Quién es responsable de estas muertes?”
-Ahí es donde llegaban (o no llegaban) las balsas.
-Con refugiados que venían huyendo del África y del hambre. Del mismo modo, el siglo XX comienza con trabajadores con muy pocos derechos, pero que van adquiriendo paulatinamente mejores condiciones de vida, aguinaldo, vacaciones: van siendo tratados como seres humanos. El siglo XXI comienza con el retroceso de la pérdida de los derechos, de la condición humana, en el sentido de que muchos hermanos y hermanas son tratados como animales en el campo, en la ciudad, en todos lados.
Gente que un día le dicen: “Vos no venís más”. “¿Cómo? Si yo trabajo bien y mantengo mi familia”. “No, no venís más porque a mí no me conviene, porque yo necesito para ganar más plata hacer otra cosa diferente”. El reinado de la codicia, del dinero. Francisco estuvo enfrentando todo ese retroceso y esos rostros del mal; y en muchos casos lo hizo en soledad: queremos multiplicar esa voz.
Por otro lado, el documental tiene dos ejes que son los que él persiguió durante mucho tiempo de su vida: la unidad de América Latina y la opción por los pobres. Él se mantuvo fiel a estos dos principios. Hay una frase de él que es maravillosa, que le usé en alguna imagen: “El sueño de San Martín y Bolívar es una profecía”. Ese sueño de la unidad continental.
-Siempre está por cumplirse.
-Es lo que nos guía. Suelo decir (con toda humildad) que esta película la podía hacer el equipo nuestro, la puedo hacer yo, y no Wim Wenders o Martin Scorsese; no por una cuestión técnica o estética, que la harían muy bien (nosotros también la vamos a hacer muy bien). Para hacer esta película, pensada desde el corazón de América Latina y por América Latina y su pueblo, hay que tener una cabeza de acá.
Los dos signos distintivos culturales que consolidan la unidad (que esperamos se materialice en algún momento) de América Latina son el idioma y la religión católica. La mitad de los católicos del mundo están en América Latina. Y acá una corriente de la iglesia, que se dio en llamar la Teología del Pueblo, Alberto Methol Ferré (con quien tuve mucho trato personal) y Jorge Mario Bergoglio, que fue una especie de discípulo suyo en su momento, han hecho mucho hincapié, como eje central de la fe católica en América Latina, en la religiosidad popular. La devoción de la gente humilde, sencilla, que la heredó de sus padres, que lo transmite, lo traduce en valores, en pautas de vida; y es la que vemos en las procesiones a Guadalupe, a Luján.
Para comprender eso hay que ser de acá. Primero está la vieja “civilización y barbarie”, donde nosotros somos la barbarie: somos lindos, macanudos, buena gente, pero se se rasca un poquito y hay un indio atrás; eso ven los de afuera. Pero no solo eso, sino que este tema de la religión popular lo ven como algo perteneciente al pasado agrario, arcaico, perimido y, en el mejor de los casos, lo pueden ver como algo pintoresco, bucólico, de una Arcadia perdida; más cerca de la superstición que de la teología y la historia.
Después que yo escribo esto termino de leer un libro de Bergoglio sobre la religiosidad popular, y él tiene una frase que es es más lograda, pero es muy parecida a esta. Dice que siempre ha habido un desprecio del pueblo como sujeto cultural, incluso dentro de los fieles católicos: en el sector más intelectual o de clase media alta siempre ha habido un desprecio por la religiosidad popular. Y ha sido vista como “el fetichismo de los ignorantes”. Una frase maravillosa, la mía tenía la misma intención.
Hay que ser de acá, y haber estudiado, vivido y sentido durante 50 años (tomo a partir de los 18 míos) el pueblo y la historia de la vida de América Latina; haberla palpitado año por año, haber festejado las alegrías y sufrido los reveses.
-Haber pensado así dentro de la propia Iglesia Católica es parte de que hoy haya otros cultos, como los pentecostales.
-Eso ha sido porque la Iglesia a partir del 80 comenzó un retroceso respecto de la vinculación con el sentir de los pueblos y sus necesidades reales, humanas. Pero eso se ha revertido, evidentemente: hay una afluencia de jóvenes, un nuevo acercamiento de los jóvenes a la Iglesia.
Lo que no hay con qué darle, dirían los chicos, es a la austeridad de Francisco, ya cercana al ascetismo: hasta la noche anterior se lavó la ropa interior a mano en la piletita que tenía en la celda donde vivía. A mí personalmente me impresiona, porque me remite a los primeros cristianos, a los que caminaban con Cristo. Ese grado de autosuficiencia, de humildad, de austeridad. Él era arzobispo de Buenos Aires y no usaba ni los coches ni los choferes: iba caminando, en bondi, en subte.
Y los entrevistados en parte transmiten eso. Hicimos el rodaje con el juez Andrés Gallardo, que estaba la cabeza de un grupo de jueces de toda América. Un juez conocido por su trayectoria de honestidad intelectual y material en el ejercicio de la justicia; que ha enfrentado momentos muy difíciles precisamente en defensa de los valores y los derechos. El padre Pepe Di Paola, a quien vamos a ver el 20 de septiembre, también da testimonio con su vida.
-Fue muy cercano a Bergoglio.
-Fue muy cercano, fue el referente de los curas villeros durante años, y ahora está en Santiago del Estero; y sigue con su tarea de mucho tiempo del trabajo con jóvenes con adicciones: en hogares, en granjas,
Lo mismo la monja Laura Vicuña Pereira de Amazonia, que es la vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de Amazonia: una monja feminista y defensora de los derechos de los aborígenes. No defensora con discurso, porque los depredadores del Amazonas no van haciendo planteo literarios: van con ametralladoras y fuego. A tal punto que ella nos indica que puede grabar entre tal fecha y tal otra, porque en el medio va a estar en lugares que no tienen seguridad. En el medio del Amazonas, ella misma de la tribu Kiriri. Son testimonios: los mismos que dio el Cristo.
Esto viene a repetir el anuncio inicial del cristianismo. ¿Cuál era la novedad del cristianismo? En un mundo tomado por la servidumbre y la esclavitud, había pocos que no eran siervos y esclavos, aparece alguien en la historia que dice que los hombres somos todos iguales; porque somos todos hijos de Dios y somos todos hermanos entre nosotros; y somos todos merecedores de respeto, consideración, de amor y de misericordia, que es una palabra que Francisco usaba mucho. Es una palabra muy linda: miseri cordis, tener el corazón al lado de los que sufren. De los enfermos, de los viejos, de los discapacitados: mira, qué actualidad.
Eso es lo que transmitió Francisco, como si fuera una continuidad del recorrido de los primeros cristianos. Y eso es muy fuerte: no son palabras, ni son sólo imágenes, ni son discursos; son principios, acciones, ideas puestas en práctica en la vida.
Esteban Cadoche de visita en El Litoral, transmitiendo el entusiasmo por su proyecto. Foto: Guillermo Di Salvatore
-Hay mucha gente que conocía a Francisco, y mucha gente que reivindica su ejemplo con acción, que es lo más difícil. ¿Cómo fue decir decidir quiénes iban a ser los entrevistados?
-Me guié por el por el planteó central del documental: la unidad América Latina y la opción por los pobres. Eso que aparece primero en Medellín; pero el tema de la de la historia y la cultura de América Latina aparece muy fuerte en Puebla, en la conferencia de 1979. Se retoma con fuerza en 2007 en Aparecida, donde Bergoglio tiene un rol fundamental, activo. Y se traduce en el papado de él.
También vamos a filmar al presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, que a su vez es presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, monseñor Jaime Spengler: vamos a filmarlo el 11 de octubre en Porto Alegre. Y después nos queda una mujer indígena de Chiapas, en San Cristóbal de las Casas, donde estuvo la primera manifestación de la Iglesia al lado del pueblo. La Iglesia estuvo al lado de los conquistadores, de la espada y de la sangre; pero también estuvo fray Bartolomé de las Casas y todos los que lo siguieron a él hasta Francisco: esa iglesia cercana al pueblo de América Latina.
También vamos a filmar ahora, el 10 de octubre, a una mujer afrobrasileña del MST, Movimiento de los Sin Tierra, que es el movimiento social más grande del planeta, Ahí, en unidad de América Latina y opción por los pobres se cerraba el núcleo.
Tenemos la esperanza de poder filmar a los jefes de la Iglesia de Asia y de África en la conferencia de Belem do Pará, en noviembre: la conferencia de Naciones Unidas por el Cambio Climático, donde las iglesias del sur tienen una fuerza muy importante.
Al frente de la organización en la Iglesia está Emilce Cuda, una teóloga argentina que Francisco incorporó al gobierno del Vaticano (Francisco incorporó muchas mujeres a su gestión como Papa y como mandatario del Vaticano). Emilce Cuda es una mujer brillante, joven, que está al frente de este esfuerzo, y que también nos facilitó la llegada a monseñor Spengler; junto con Oscar Ojea, que es expresidente de la Conferencia Episcopal Argentina durante los dos periodos en que Francisco fue Papa.
También tenemos el apoyo del actual presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Marcelo Colombo, y del arzobispo de Santa Fe, Sergio Fenoy. Después tenemos apoyos que vienen de lo social, del mundo de los trabajadores: los secretarios generales de las dos CTA, la Autónoma y de la de los Trabajadores, (Hugo) Yasky y (Hugo “Cachorro”) Godoy. Están apoyando Tati Almeida, Estela de Carlotto.
Hay una gran cantidad de personalidades y instituciones que están apoyando; pero necesitamos apoyo material, porque no somos empresarios, somos trabajadores del cine. Algunos son artistas del cine; no en mi caso, pero sí en el de gente del equipo.
Necesitamos que nos acompañen con un aporte efectivo, concreto, porque este es un proyecto como se ve muy grande, y está muy por encima de nuestras posibilidades. Pero lo vamos a hacer.
-¿Cómo fue planificarlo y arrancar en esas condiciones? Empezaron con los cercanos, pero ya pidiendo fechas.
-Francisco decía: “Sueñen en grande. Eso sí, después trabajen para hacer que el sueño tenga un plazo”. También un amigo mío muy querido, que falleció, el director de ópera Carlos Palacios, decía: “A los sueños hay que ponerles plazo”. Porque si no uno se queda en el café, mirando la Luna, y nunca hace nada para concretarlo.
Hago todo lo que puedo, y un poco más a veces; y el equipo confía: eso es una cosa importantísima. Hay un equipo pequeño, pero de una calidad humana y artística inmejorable: Melina Delfino, Ariel Gaspoz y Maximiliano Wendler. Ellos sabían el primer día que yo no tenía un un peso, pero que lo iba a hacer. Y me dijeron: “Sí, claro”. Estaban convencido que era cierto, entonces eso te da mucha más fuerza.
-¿Cuáles son los roles en el equipo?
-Melina es la productora ejecutiva, Ariel es el mago del sonido y Maxi Wendler el director de fotografía. Y también está acompañándonos, un poco más limitado en su disponibilidad de tiempo (tiene muchas horas de clase), Agustín Falco; que me ha acompañado en varios momentos de mi recorrido anterior. Y Mirta Alaniz, que aunque viva conmigo, realmente es parte de la producción: ha tenido no sólo que soportar la elaboración de estas cosas, sino asesorando; si lo que voy a hacer le parece oportuno o mejor lo dejamos para pasado mañana. En todo eso ha sido un centro indispensable e insustituible.
Todos quieren estar en la entrevista de la hermana de Amazonia. De ella se dice que estaban solos en Santa Marta con Francisco, y ella le dijo: “Usted sintió el llamado, ¿no es cierto? La vocación del Señor”. Y Francisco dijo: “Sí, claro, por supuesto”. “¿Y a usted le hubiera gustado que le dijeran que no podía ser cura por ser hombre?”. No sabemos qué contestó, quedó en Santa Marta. Pero la nombró vicepresidenta de la Conferencia Eclesial de Amazonia, así que mal no le cayó. Entonces todos quieren conocerla, porque es una peleadora, una luchadora; es antropóloga, lingüista, psicóloga social.
-Una de las cosas que abrió él fue la poner en discusión un montón de cosas; no necesariamente todas las cambió, pero por lo menos planteó: “Revisemos todos estos presupuestos que tenemos, con un montón de siglos encima”.
-Esa es otra cosa: el sínodo, la actitud sinodal. Emilce Cuda y Laura Vicuña Pereira tuvieron mucho protagonismo, porque eso es ampliar la escucha dentro de los miembros de la Iglesia; en lugar de decidir como un emperador, por más que él tenía la potestad de hacerlo. Él escuchaba primero a los allegados, y después a cientos y cientos de monjas y de curas, incluso de laicos, a través del sínodo; que es una actitud de amplificación de la escucha para decidir después, en función de lo que sienten los que lo acompañaron.
-Eso molestó un montón a los que querían resolver dentro de las estructuras cardenalicias. O los que lo querían apurar: “Queremos que saque una resolución sobre esto, para que nos diga a todos qué está bien y qué está mal”. Gente como el cardenal Robert Sarah.
-Podría decir una frase bastante hecha, que suena linda, que es que Francisco rompió las barreras del Vaticano. Ahora, él dijo otra cosa mucho más fuerte: “Tenemos encadenado a Jesús en la sacristía. Saquémoslo a la calle, llevémoslo a la villa, que es donde tiene que estar”.
Vamos a intentar, los miembros del equipo y los entrevistados, que son maravillosos, continuar en ese camino que él abrió; porque creemos que es necesario.
El director entrevistando a Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Jueces y Juezas por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana. Foto: Gentileza producción
Aniversario
-¿Cuáles son los plazos?
-Todos, incluido yo, sentimos un poco de escalofríos de acuerdo al plazo que yo mismo fijé; que es el estreno mundial cuando se cumpla un año del fallecimiento, a fines de abril de 2026.
Esperamos terminar los rodajes antes del 30 de noviembre, y los otros cinco meses serán para edición, montaje, postproducción. Con una tarea que también va a demandar muchísimo esfuerzo, también van a estar ahí Agustín Falco y Maximiliano Wendler cocinando la versión final de la película. Sin ellos dos yo sería incapaz de hacer esto, así que ya se los agradezco.
-¿Cuál es la expectativa después? La idea es que puede ir al circuito comercial, pero también es que circule por afuera, en las parroquias.
-Exactamente. Yo planteé esto; ahora estamos viendo que, por una casualidad de la historia, a lo mejor tenemos el testimonio del jefe de la Iglesia Africana y la Asiática, que no lo pensamos al principio.
Les digo a mi hija y a mi hijo que hay una foto que dio vuelta al mundo, donde está León XIV de un lado de la mesa y del otro lado están Spengler, el jefe de la Iglesia de América Latina, el asiático y el africano. Si de una mesa de cuatro vos tenés tres, estás más cerca de llegar al cuarto. Así que está abierta la posibilidad de pedir en su momento, cuando tengamos ya rodadas las entrevistas, el testimonio del León XIV. Que lo conoció de cerca, y también comparte la causa de la América Latina.
Va a haber exhibiciones en circuitos formales, cines y plataformas; pero también va a haber una fuerte exhibición en circuitos no formales, que son los de la sociedad, los de la comunidad: vecinales, clubes, sindicatos, incluso partidos políticos. Pero hay una de las instituciones que garantiza que llegue hasta el último rincón, que es la Iglesia.
Puede ser que se proyecte en las iglesias del centro de cada ciudad, pero que se proyecte en las iglesias de la periferia, que era lo que a Francisco más le interesaba. Y si alguna institución en este país tiene la posibilidad de hacer eso efectivo, es la Iglesia.
Sumar voluntades
-Hablábamos de los recursos materiales que son finitos, ¿Cómo puede hacer la gente (y las instituciones) para colaborar?
-Se pueden hacer llegar mensajes al Instagram @elcuradelfindelmundo, y a mi WhatsApp (3424 05-5984). Estaría feliz de empezar a ver que llegan mensajes transmitiendo el apoyo.
Tal cual lo había planteado Francisco en sus cuatro máximas, “la unidad es superior al conflicto” y “el todo es superior a las partes”, yo también me propuse que el abanico de apoyo fuera diverso, amplio; porque además eso fortalece la película.
Hasta ahora han apoyado algunos legisladores (algunos de ellos mandato cumplido) del Partido Justicialista, como Matilde Bruera, Oscar Martínez, Silvina Frana. Pero ha apoyado Guadalupe Tagliaferri, senadora nacional del PRO por la ciudad de Buenos Aires. En Santa Fe va a apoyar la municipalidad, que es del Frente Unidos; igual que el senador Paco Garibaldi, también del Frente Unidos. Estamos en conversaciones con José Mayans, presidente del bloque de senadores nacionales de Unión por la Patria; y así podría seguir la lista.
La película está transitando un camino, que es lo que Francisco nos hubiera indicado: Hagan hagan esto diverso, amplio, porque esa fue su intención y su acción. Y felizmente lo estamos lo estamos consiguiendo de verdad.
-“A todos lo que venga a apoyar, no les vamos a decir que no”.
-Tengo muchos amigos que, a 10 o 15 días después del fallecimiento de Francisco, estaban sorprendidos por mensajes que les habían hecho llegar gente conocida, que eran agnósticos, ateos; que jamás habían entrado en la iglesia. Y le decían, por ejemplo: “Ahora me doy cuenta, ahora lo valoro, no me di cuenta antes”; o “fue tan importante que no lo vi, pero ahora lo veo y me doy cuenta”: una cosa rarísima.
-También por el devenir histórico de la Argentina previa a su ascensión al trono de Pedro.
-Eso es comprensible. Hay buscadores de papeles viejos que dicen: “En el año 85 dijo una vez algo”. La historia se mueve y los hombres se mueven con la historia. Todos tienen derecho a mejorar cada día; y seguramente muchos de la Argentina van a ver una diferencia apreciable entre el recorrido anterior y posterior a su unción como Papa. Que fue simplemente a poner más acento todavía en esa actitud de misericordia. Por eso las declaraciones respecto de gays, lesbianas, transexuales, travestis. Lo acompañaron a la última morada trabajadores, prostitutas, travestis: eso no es casual, eso es misericordia.
-En relación con otra película tuya (“Néstor, su huella”), podemos pensar que de Bergoglio a Francisco hay una transfiguración, así como la hubo en Néstor Kirchner de un gobernador periférico al llegar a la presidencia; donde descubre otros problemas que un gobernador no tiene. Tampoco es lo mismo ser arzobispo que Papa.
-Claro: pero también tenés ejemplos inversos: gente que tuvo un buen desempeño hasta determinado momento de su vida, y después fue a la deriva, se contradijo, se traicionó a sí mismo. La historia es esa, la vida es eso también.
-Cuando nos dan la oportunidad de ser más es cuando uno demuestra quién era.
-Claro. Y hay algunos que ya estamos grandes, y que venimos haciendo hace 50 años lo mismo de diferentes maneras. Pero siendo fieles a la misma pasión, a la misma convicción y a la misma lucha contra todo lo que está mal. Entonces acá estamos: creo que va a ser una gran película, y que la gente la va a querer mucho.