Las ómicas, que abarcan la genómica, la epigenómica, la transcriptómica, la proteómica, la metabolómica y la microbiómica, permiten un análisis molecular integral de células y tejidos. La investigación en tumorómica ha avanzado rápidamente, con una creciente atención en las ómicas relacionadas en la materia. Al respecto, un nuevo trabajo realizado por …
Las ómicas, que abarcan la genómica, la epigenómica, la transcriptómica, la proteómica, la metabolómica y la microbiómica, permiten un análisis molecular integral de células y tejidos. La investigación en tumorómica ha avanzado rápidamente, con una creciente atención en las ómicas relacionadas en la materia.
Al respecto, un nuevo trabajo realizado por el equipo del Hospital Oncológico de la Universidad de Chongqing (China), combina avances en genómica, transcriptómica, epigenómica, proteómica, metabolómica y microbiómica para crear un panorama completo de cómo el cáncer colorrectal se propaga al hígado. Al combinar los conocimientos de estas múltiples capas biológicas, la revisión identifica posibles biomarcadores y dianas terapéuticas, ofreciendo nuevas esperanzas para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la supervivencia en pacientes con enfermedad avanzada.
El trabajo, publicado en ‘Cancer Biology & Medicine’, explora cómo seis disciplinas ómicas en concreto (genómica, epigenómica, transcriptómica, proteómica, metabolómica y microbiómica) aportan conocimientos complementarios sobre los mecanismos, el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de la metástasis hepática del cáncer colorrectal. Esta visión general interdisciplinaria no solo cataloga los avances científicos, sino que también aboga por un enfoque ómico unificado para abordar esta situación dentro del cáncer colorrectal (CCR).
La revisión destaca cómo cada capa ómica revela distintas dimensiones de la CRLM. Los estudios genómicos revelan mutaciones clave como TP53 , KRAS y SMAD4 , y muestran que las lesiones metastásicas albergan más inestabilidad genética que los tumores primarios. También es de destacar cómo la microbiómica vincula especies como Fusobacterium nucleatum con microambientes inmunosupresores y la respuesta a la terapia.
«Diseccionar el cáncer desde una única perspectiva ya no es suficiente», afirmó el Dr. Yan Li, autor principal de la revisión. «Al integrar datos del genoma, el transcriptoma, el proteoma y más allá, obtenemos una visión panorámica de cómo evoluciona y se propaga el cáncer colorrectal. Esta sinergia multiómica abre nuevas vías para descubrir biomarcadores prácticos, diseñar tratamientos personalizados y, en última instancia, mejorar la supervivencia de los pacientes con metástasis hepática».
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