“El proyecto reimagina el apartamento como un refugio del ritmo de la ciudad, donde el arte de vivir bien se despliega entre rincones tropicales llenos de plantas de origen mediterráneo y brasileño, y estancias de tonos y materiales naturales. Desde el principio, el encargo fue claro: cada espacio debía tener una conexión visual con la vegetación. De este modo, la naturaleza se entrelaza con la arquitectura como una fuente cotidiana de serenidad y presencia”, explican desde AB+AC Architects, a cargo del proyecto.

Daybed Bündner SQR, de Joana Vilaça; taburete Oath de Further Ther; FlexiLibrary de AB+AC y obra fotográfica de André Chedid.

Lourenço Teixeira de Abreu

Además de usar la naturaleza para conseguir este efecto de relajación, para ahondar en la sensación de calma, el premiado estudio decidió organizar la vivienda siguiendo los principios del esencialismo. Es decir, promoviendo el orden arquitectónico, minimizando el ruido visual a través de mobiliario a medida y almacenaje oculto y dejando espacio “solo a lo que realmente se necesita y se aprecia”.

En la cocina, cerámica de Further Ther.

Lourenço Teixeira de Abreu

La mayoría de las piezas decorativas de la casa son de diseñadores locales afincados en Lisboa. Muchas de ellas forman parte de Luso Collective, en cuya colección también ha contribuido AB+AC Architects con una creación propia.

Lourenço Teixeira de Abreu

De esta manera, los recorridos que dibujan la propia casa están definidos por el equilibrio y la fluidez, favoreciendo tanto la vida en familia como los momentos de retiro individual. “Las zonas de estar, descanso y trabajo en casa se organizan con intención, asegurando que cada actividad tenga su propio espacio dedicado, al tiempo que se adaptan al ritmo cambiante de la vida diaria”.

El espacio común, a diferencia de las estancias privadas, se caracteriza por su amplitud y apertura.

Lourenço Teixeira de Abreu