El doblete de Marcus Rashford con el Barça en St. James’ Park, que sirvió para tumbar al Newcastle en el estreno azulgrana en la Champions, ha reabierto un debate que en Mánchester nunca termina: ¿cómo fue posible dejar escapar al canterano emblema del United en forma de cesión?

Las cuentas que siguen al Manchester United en redes ardieron, los tabloides ingleses cargaron contra Rúben Amorim y hasta exfutbolistas del club cuestionaron la gestión del portugués en sus colaboraciones en la televisión británica.

Lejos de agachar la cabeza, el técnico salió al paso en la rueda de prensa previa al duelo ante el Chelsea en Old Trafford. Cuando se le preguntó de manera directa por el rendimiento de Rashford con la camiseta azulgrana, su respuesta fue tan fría como calculada: “Rasmus marcó, también estoy contento por Rasmus. Con él fue lo mismo, vosotros fuisteis muy duros y él también ha marcado, así que daos cuenta”.

Amorim se refería a Rasmus Højlund, otro proyecto de delantero fallido en Old Trafford que salió cedidos este verano y que en su debut con el Nápoles también vio portería. El luso no quiso alimentar la polémica y se refugió en un discurso pragmático:

No me preocupa eso. Solo quiero ganar partidos. No me importa quién juegue en el rival ni lo que la gente diga si un jugador lo hace bien. Son buenos jugadores y jugarán bien si las cosas pasan. Yo solo pienso en el partido y en mis jugadores, esa es mi única preocupación”.

En paralelo, todas las miradas en Mánchester se centrarán este sábado Alejandro Garnacho, que salió destino Stamford Bridge este verano en forma de traspaso y se reencontrará con su antiguo club en el duelo frente al Chelsea.

Una coincidencia que vuelve a poner la lupa en la gestión de talento joven que está llevando a cabo el conjunto mancuniano, cuestionada por parte de la afición pero defendida por el técnico luso que no ha dudado en parar los pies a los que cuestionan sus decisiones en la prensa.

Rashford, encantado en Barcelona

Mientras las llamas siguen creciendo en el Teatro de los Sueños, Marcus Rashford vive un segundo renacer bajo las órdenes de Hansi Flick en Barcelona. Pese a llegar como opción C en la lista de deseos culé para la delantera este verano, la cesión del inglés está siendo hasta el momento una bendición.

El técnico germano insistió a Deco durante el mercado de fichajes en la necesidad de apostar por un jugador desequilibrante más para paliar una posible baja temporal de Lamine Yamal o Raphinha, y tenía razón.

Con la lesión del canterano, el ariete de Mánchester está aprovechando la oportunidad y tras su doblete en Newcastle no dudó en asegurar que su intención es quedarse en Barcelona más allá del 30 de junio de 2026:

«Quiero seguir muchos años aquí como sea posible, veremos si lo consigo», aseguró un Rashford sobre quien el Barça tiene una opción de compra alrededor de los 30 millones de euros cuando finalice su cesión el próximo verano.