Durante la noche ya habían caído algunas gotas en Bakú, pero a ocho minutos para el final de la Q3, poco antes de que Charles Leclerc provocase la quinta bandera roja de la sesión, la lluvia empezó a arreciar sobre este espectacular trazado urbano. En ese momento Carlos Sainz ocupaba la primera plaza (1:41.595), por delante de Liam Lawson e Isack Hadjar. «Podéis empezar a bailar para que la lluvia sea un poco más fuerte», bromeó el español con los mecánicos de Williams. Era la séptima pole de su carrera, la primera desde el pasado GP de México, pero las plegarias de Sainz no fueron atendidas. El sol empezó a secar el asfalto, mientras Max Verstappen y Lando Norris teñían de púrpura el primer sector del circuito.
Casi de inmediato, Oscar Piastri ni siquiera pudo trazar la curva 3, provocando la sexta bandera roja del sábado. Un récord para la F1 y un revés para el líder del Mundial, aún con 31 puntos de ventaja en la tabla. La pertinente ralentización impidió a Verstappen y Norris completar la vuelta y arrebatar la pole a Williams. Restaban 3:41 en el reloj, margen para un solo intento.
Suficiente para Verstappen, quirúrgico en su vuelta (1:41.117), con la que aventajó a Sainz en 47 centésimas y a Lawson, tercero, en 59 centésimas. La sexta pole del año para Mad Max, una más que Piastri. Mientras, Norris defraudaba con un séptimo puesto, sólo dos por delante en la parrilla que su compañero en McLaren.
«Intentaré subir al podio»
«Tuvimos una qualy impecable, con el neumático adecuado en el momento oportuno. Este año he estado dando buenas vueltas en la clasificación. Y hoy hemos demostrado que tengo velocidad», valoró Sainz tras su segunda plaza, con el objetivo muy definido para el domingo. «Intentaré subir al podio», vaticinó. Con los McLaren y Leclerc tan atrás, sus rivales podrían ser Andrea Kimi Antonelli y George Russell, cuarto y quinto. Incluso Yuki Tsunoda, sexto y verdugo de Fernando Alonso en la Q2.
El japonés eliminó al líder de Aston Martin con su último intento, 69 milésimas más rápido. Alonso partirá undécimo, justo por delante de Lewis Hamilton, protagonista el viernes al liderar la tabla de los Libres 2. «Sinceramente, pensé que hoy lucharía por la pole», lamentaba el heptacampéon en los micrófonos de Sky F1. Según su criterio, Ferrari se había equivocado al no incluir en la Q2 los medios.
Fue una qualy de casi dos horas, más larga que cualquiera de las 16 carreras previas de 2025. Una anomalía histórica, con seis periodos de interrupción tras otros tantos accidentes. El quinto de Leclerc en esta pista, donde también ha firmado cuatro poles. A las dificultades propias de esta pista se sumaban unas rachas de viento que superaban los 80 km/h. Ese factor dificultaría aún más cada acercamiento a los muros.
Alonso, el sábado, durante la última sesión libre en Bakú.AFP
Sin embargo, en el choque de Alex Albon, con viento de cola a final de la recta de meta, no debió imputarse a una pasada de frenada, sino a un simple error de conducción, acercando demasiado el Williams al interior de la curva 1 y destrozando la suspensión delantera. Ya no podría regresar a pista el británico, que ahora pierde ante Sainz (9-8) la batalla de los sábados.
Desastre de Alpine
Tras casi un cuarto de hora bajo la bandera roja, retirando los desperfectos y acondicionando la pista, el siguiente en probar el tacto de las protecciones fue Nico Hulkenberg. El alemán ni siquiera parecía poder girar el volante para trazar la curva 4 y cuando ya lo vio todo perdido busco el impacto frontal y a baja velocidad contra el muro. Aunque pudo volver al asfalto, ya no pudo comprar su billete a la Q2 el veterano de Sauber.
Esa Q1 de 38 minutos, más del doble de los 18 programados, aún iba a acabar de forma esperpéntica para Alpine. En el momento en que Alonso se salvaba de la quema hasta trepar hacia la novena posición, Pierre Gasly se estampó en la curva 4. Y cuando Franco Colapinto pasó por allí y vio el coche de su compañero, el despiste le costó otro espectacular trompo. El rictus de Flavio Briatore explicaba la incredulidad en el garaje del peor equipo del Mundial.
Todavía iba a eternizarse más la sesión por el accidente de Oliver Bearman en el arranque de la Q2, cuando rozó las protecciones de la curva 2, haciendo trizas la suspensión trasera izquierda. Ni siquiera marcó un crono válido el británico, decimoquinto en la parrilla, justo por detrás de Lance Stroll.